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6 ejercicios básicos para mejorar la inteligencia emocional

15 Enero, 2019

La Inteligencia Emocional es uno de los conceptos clave para comprender el rumbo que ha tomado la psicología en las últimas décadas. De un modelo preocupado fundamentalmente en los trastornos mentales por un lado y por las capacidades de razonamiento por el otro, se ha pasado a otro en el que se considera que las emociones son algo intrínseco a nuestro comportamiento y actividad mental no patológica y que, por consiguiente, son algo que debe ser estudiado para comprender cómo somos. Así pues, la Inteligencia Emocional es un constructo que nos ayuda a entender de qué manera podemos influir de un modo adaptativo e inteligente tanto sobre nuestras emociones como en nuestra interpretación de los estados emocionales de los demás. Este aspecto de la dimensión psicológica humana tiene un papel fundamental tanto en nuestra manera de socializar como en las estrategias de adaptación al medio que seguimos. Siempre hemos oído decir que el Coeficiente intelectual es un buen indicador para saber si una persona será exitosa en la vida. La puntuación del test de inteligencia, decían, podría establecer una relación fuerte con el desempeño académico y el éxito profesional. No obstante, los investigadores y las corporaciones empezaron a detectar hace unas décadas que las capacidades y habilidades necesarias para tener éxito en la vida eran otras, y éstas no eran evaluables mediante ningún test de inteligencia. Es necesario tener en cuenta una concepción más amplia de lo que son las habilidades cognitivas básicas, aquello que entendemos que es la inteligencia. Prueba de ello es que empezaron a ganar terreno algunas teorías de la inteligencia que intentaban comprenderla desde ópticas diferentes, como la Teoría de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, la teoría de Raymond Cattell (y otros) que explicaba las diferencias entre Inteligencia fluida y cristalizada, o la Inteligencia Emocional que popularizó el psicólogo estadounidense Daniel Goleman. Si pensamos detenidamente en la trascendencia de nuestras emociones en nuestra vida diaria nos daremos cuenta rápidamente que son muchas las ocasiones en que éstas influyen decisivamente en nuestra vida, aunque no nos demos cuenta. Podríamos plantearnos: (1) ¿Compré mi coche haciendo cálculos sobre la rentabilidad y los comparé con otros modelos y marcas? (2) ¿Elegí a mi pareja porque era objetivamente la mejor opción? (3) ¿Es mi empleo el que me ofrece el mejor salario? Gran parte de nuestras decisiones son influenciadas en mayor o menor grado por las emociones. Ante esta realidad, cabe resaltar que existen personas con un dominio de su faceta emocional mucho más desarrollado que otras. Y resulta curiosa la baja correlación entre la inteligencia clásica (más vinculada al desempeño lógico y analítico) y la Inteligencia Emocional. Lo interesante es que la inteligencia emocional se puede desarrollar en cualquier etapa de la vida, es por eso que te dejamos 6 ejercicios básicos para fortalecerla y potenciarla, los que fueron publicados originalmente por el sitio euroresidentes.com

6 Ejercicios básicos para mejorar la inteligencia emocional

Cómo aumentar mi inteligencia emocional Seguro que conoces a alguien en tu vida que se le da bien escuchar, dar buenos consejos para hacerte sentir bien, que no pierde el control cuando se enfada ni se deja hundir. Pues esa persona es toda una experta en el manejo de sus emociones. ¿Te gustaría formar parte de las personas emocionalmente inteligentes? te sugerimos que sigas estas 6 recomendaciones, ya que la capacidad que poseas para manejar tus emociones determinarán todos y cada uno de los aspectos de tu vida. Primero de todo ¿sabes qué es la inteligencia emocional?  Daniel Goleman, experto en inteligencia emocional, la define como la capacidad para reconocer sentimientos en uno mismo y en otros, siendo hábil para gestionarlos y dirigirlos a la hora de relacionarse con los demás. Las personas que cuentan con alta inteligencia emocional tienen la capacidad de ajustar sus comportamientos y emociones a la situaciones, y esto lo pueden hacer por su capacidad para reconocer sus propias emociones, así como las de los demás. Esto es, a mayor inteligencia emocional, mayor capacidad para reconocer emociones y adaptarse a las situaciones, por lo que mayor probabilidad de sacar algo beneficioso y productivo de éstas. Aquí están los 6 pilares de la inteligencia emocional que debes trabajar:  1. Conocerse a uno mismo  Cuando un hombre no se conoce a sí mismo, no conoce nada. Saber cuál es tu reacción ante ciertas situaciones o saber reconocer cómo te sientes a lo largo de un día es clave para conocerte a ti mismo. ¿Qué cosas no soportas de los demás? ¿Qué cosas te hacen sentir mejor? ¿Hay algo que te motive muchísimo? Una buena forma de conocerse a uno mismo es plasmarlo en papel. Pon en un papel tus sentimientos, emociones, pensamientos y creencias ante las distintas situaciones que protagonizas en tu vida. Esto te hará ser más consciente de cómo eres y cómo actúas, lo que te dará la llave para gestionar y manejar todo cuanto no suponga un beneficio para ti. Hazlo, verás cómo te sorprendes de ti mismo. 2. Empatía No juzgues su camino si no has andado con sus zapatos. La empatía es la capacidad de ponerse en el lugar del otro y ser capaz de sentir lo que el otro está sintiendo. Seguro que en muchas ocasiones has juzgado a muchas personas. No te preocupes, la sociedad de hoy en día nos programa para hacerlo. Sin embargo, creo que hoy es un buen día para que cambies todo eso y, en lugar de juzgar al resto de las personas, ¿qué tal si pruebas entenderlas y ponerte en su lugar? Te sorprenderás. 3. Equilibrio emocional  Todas las personas tenemos impulsos, pero las personas emocionalmente inteligentes se diferencian del resto en que piensan antes de actuar y controlan su impulsividad. Esto tiene mucho que ver con el primer punto, ya que sin él esto sería imposible. Es necesario que te autorregules emocionalmente porque sino resultaría injusto para ti y para quienes se relacionan contigo. Es bueno desahogarse y pegar un grito en la intimidad de vez cuando, o llorar si es eso lo que necesitas en ese momento pero no dejar que las emociones te arrastren. Por ello, no debes reprimir tus emociones pero tampoco dejar que te gobiernen a ti. Tú eres el que tiene el control para permitir o no que florezcan, y saber cómo gestionarlas es un rasgo de inteligencia emocional. 4. Habilidades sociales  La inteligencia emocional no puede ser entendida sin la participación de los demás. Ser emocionalmente inteligente implica que tus relaciones con los demás no son sólo beneficiosas y productivas para ti, sino también para ellos. Es decir, una persona emocionalmente inteligente sabe reconocer las emociones de los demás, así que sabe cuando alguien necesita ser motivado, cuándo alguien necesita un abrazo, cuándo alguien... En definitiva, una persona emocionalmente inteligente buscará el bienestar de los demás tanto como el suyo, porque entenderá que la verdadera felicidad no es verse feliz, sino ver cómo los demás son felices con él. 5. Automotivación  Cuanto más grande sea el esfuerzo, mejor será la recompensa. Debes estar motivado para que esa recompensa sea la máxima y no te quedes a mitad del camino por un mal día. Las personas emocionalmente inteligentes se caracterizan precisamente por eso: por sacar la voluntad y la fuerza incluso en los peores momentos; por sacar una sonrisa aunque no tengan ganas, por no dejar de intentarlo nunca. Porque precisamente esa es la recompensa: saber que has dado todo de ti y que te sientes satisfecho y orgulloso por ello. 6. Felicidad  Generalmente, las personas que poseen alta inteligencia emocional son personas felices. Y es que las personas emocionalmente inteligentes saben reconocer sus emociones: cuando están tristes, contentos, emocionados... y por ello, saben gestionarlas y controlarlas si fuera necesario. Desgraciadamente, muchas personas asocian la felicidad con recibir o poseer cosas materiales, pero se equivocan: los que realmente son felices son los que siempre dan, en todos los aspectos: dan alegría cuando la necesitas, te dan motivación en los peores momentos, energía para un mal día... Son personas que transmiten bienestar y energía positiva. Saben reconocer sus emociones y controlan su estado de ánimo para conseguir su propósito. Y tú, ¿qué esperas para ser una persona emocionalmente inteligente?  Ya sabes la teoría, ahora a poner en práctica estos 6 pilares que has de implantar en tu vida si quieres conseguir el propósito de ser emocionalmente inteligente. Fuente.

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