Aprendizaje

7 estrategias de aprendizaje autónomo para aplicar en el aula

El concepto de aprendizaje autónomo refiere al grado de intervención del estudiante en su propio proceso, estableciendo sus objetivos, procedimientos, recursos, evaluación y momentos de aprendizaje, desde el rol activo que debe tener frente a las necesidades actuales de formación. El estudiante puede y debe aportar sus conocimientos y experiencias previas, a partir de los cuales se pretende revitalizar el aprendizaje y darle significado. El ejercicio autónomo posibilita y estimula la creatividad y la necesidad de observación. Para su desarrollo es indispensable el respeto, la autodisciplina, la responsabilidad y el compromiso consigo mismo, con los demás, con la institución a la que se pertenece y con la sociedad.

Desde esta concepción, el aprendizaje autónomo es el proceso intelectual, mediante el cual el sujeto pone en ejecución estrategias cognitivas y metacognitivas, secuenciales, objetivas, procedimentales y formalizadas para obtener conocimientos estratégicos. Este proceso está regido por principios de acción como: un interés manifiesto en razones que motiven la actuación deliberada; el reconocimiento de experiencias de aprendizaje previas; el establecimiento de nuevas relaciones entre aprendizaje – trabajo – vida cotidiana, así como entre teoría y práctica; la identificación de la motivación intrínseca y el desarrollo del potencial personal de la autorregulación.

La experiencia de muchos pedagogos ha demostrado que cuando el estudiante tiene una mayor participación en las decisiones que inciden en su aprendizaje, aumenta la motivación y facilita la efectividad del proceso educativo. Desde esta mirada el aprendizaje autónomo se convierte en una de las mejores herramientas de aprendizaje permanente para estar al día en el devenir progresivo de la vida misma en el escenario actual. Por tanto es fundamental integrar en el aula estrategias que potencien este tipo de aprendizajes, como las que compartimos a continuación.

Estrategias de aprendizaje autónomo en el aula


Vamos a conocer algunas herramientas que se pueden implantar mediante juegos de aprendizaje activo y otros modelos que serán útiles para captar la atención del alumno.

Aprendizaje cooperativo

Una primera opción que se apoya en los mejores modelos de aprendizaje. Consiste en la creación de grupos de estudiantes cuya tarea es común. De esta forma, se rompe la rutina y se cambian las dinámicas.

El profesor recibe mucha información de cada alumno gracias a este método. Al romper con la rutina habitual de la clase magistral en la que el estudiante escucha mientras el monitor explica la lección, el tutor puede obtener información de valor sobre cada alumno, su capacidad responsable, sus talentos, etc.

Aprendizaje por discusión

Otro de los modelos de aprendizaje activo interesantes, ya que el joven se va a ver envuelto en discusiones durante toda su vida. De esta forma, no solo aprende, también recibe formación práctica para su vida.

Ahora bien, no entendamos esta técnica de aprendizaje como una discusión en sentido peyorativo. Más bien se crean espacios específicos para que los chicos confronten ideas, expresen posturas y manifiesten acuerdos y desacuerdos según su pensamiento en un entorno de respeto, con escucha activa, en la que todas las voces tengan presencia y se lleguen a conclusiones válidas.

Estudio de casos

Es una estrategia de aprendizaje que se basa en la explicación de temas en base a ejemplos reales. Por lo tanto, el profesional debe investigar y analizar casos ciertos que puedan servir para usar en clase, atendiendo a las necesidades de sus estudiantes.

La gran virtud de esta técnica de aprendizaje radica en el ofrecimiento de un acercamiento real y directo a las cuestiones que se trabajan en el aula. Sirven para que el alumnado aprenda casi de primera mano con ejemplos que sabe ciertos y reproducibles.

Pensamiento crítico

Se basa en el análisis y la solución de problemas. Para ello, hay que elevar el nivel intelectual de los alumnos, de forma que se puedan implementar estrategias educacionales para que los estudiantes desarrollen sus posturas particulares respecto al tema a tratar en clase.

Es necesario lograr que los alumnos participantes se alejen de la influencia de otros factores de forma que cada estudiante tenga su propia visión única del tema a debatir. En un espacio de discusión sensato y abierto, los chicos se enfocarán en potenciar su capacidad de pensamiento crítico.

Integración tecnológica

Es el punto al que se llega cuando se pretende que los estudiantes aprendan de diversas formas aplicando herramientas de avanzada tecnología. Para ello, se usan instrumentos realmente útiles que el docente maneja con soltura y aplica en el aula para que los estudiantes puedan formarse de forma divertida y dinámica.

El uso de estas herramientas exige que el docente disponga de habilidades válidas, de manera que, al ser aplicadas, el estudiante pueda moverse con autonomía, tanto, que si no estuviera el tutor delante, los chicos pudieran seguir con el manejo de estos instrumentos.

Aprendizaje por competencias

En el caso del aprendizaje por competencias, el enfoque se da se centra en la demostración de los resultados obtenidos y deseados mostrando la progresión de cada estudiante adaptada a su ritmo propio, a sus necesidades, a sus capacidades y a sus talentos.

Las competencias implican que el alumno progresa a su ritmo, siendo probablemente más rápido en aquellas materias para la que muestran habilidades y vocación, y algo más lento en el resto, pero sin frenar en ningún momento los avances de los estudiantes.

Aprendizaje activo

Otra de las técnicas de aprendizaje autónomo de gran utilidad, ya que los alumnos disfrutan de mayor implicación, atención, motivación y trabajo, con constancia en su propia evolución.

En este caso, el estudiante no es un sujeto pasivo en su educación y formación, que escucha al profesor, toma apuntes y hace pruebas. Aquí es responsable directo de su evolución participando de manera activa en todas las labores realizadas, desde la memorización de lecciones y conceptos hasta la realización de trabajos y prácticas, tanto individuales como en grupos.

Hábitos y rutinas para potenciar las técnicas de aprendizaje

Si se aplican en el aula y en la vida diaria ciertos hábitos, iniciativas y rutinas de trabajo de manera diaria, se pueden mejorar las técnicas de aprendizaje con total autonomía.

  • Papel de docente. El profesor ya no imparte lecciones magistrales. Es mejor que ceda su posición para que el alumnado tenga mayor protagonismo en la toma de decisiones.
  • Fomento de la curiosidad. Se ha de fomentar la curiosidad del estudiante mediante juegos para mejorar la motivación de los chicos.
  • Planificación personalizada. Es importante que el estudiante asimile bien los conceptos. Para ello, una planificación adecuada es básica, adaptándose a su nivel y progresión.
  • Creación de responsabilidad. Si el estudiante ve el aprendizaje como una obligación, y no como una responsabilidad, el camino será más arduo para todos.
  • Generación de creatividad. Si se hacen proyectos creativos, los niños aprenden nuevas formas de resolución de problemas.
  • Autodisciplina. Se logra en base a pequeños hábitos, como la atención ininterrumpida, la concentración, el razonamiento crítico, la motivación, la valoración positiva de los logros, la implantación y consecución de objetivos y pequeñas metas, etc.
  • Creación de hojas de ruta. Deben incluir e inculcar las capacidades físicas y emocionales de los alumnos.

Estas 7 estrategias de aprendizaje autónomo para aplicar en el aula han demostrado ser fiables y eficientes. Por ello se recomienda su uso, siempre dependiendo del grupo de alumnos en cuestión, de sus características y necesidades específicas.

Fuente: https://www.universia.net/pe/actualidad

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