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9 trucos fantásticos para mejorar la velocidad lectora de los niños

La velocidad se puede mejorar con la práctica. Para poder leer es necesario saber cuál es el sonido que corresponde a cada letra. Pero además hay que automatizar esa relación para no tener que pararse a pensar la pronunciación de las letras que forman cada palabra. Cuanto más automatizada esté esa relación más rápida será la lectura y menos recursos cognitivos necesitará. Por otra parte, la práctica lectora lleva a que veamos las palabras escritas una y otra vez, especialmente las más frecuentes, con lo cual formamos representaciones de esas palabras en nuestra mente. Eso nos permite reconocerlas y leerlas directamente sin tener que ir identificando una letra tras otra. De esta manera cuántas más palabras tengamos en la cabeza más rápida será nuestra lectura.

Las personas que leen mucho tienen almacenadas las formas ortográficas de muchas palabras y eso les permite leer de manera más rápida y eficiente. Hace algún tiempo compartimos algunos consejos para mejorar la velocidad de la lectura en nuestro artículo Velocidad lectora: 5 ejercicios para mejorar la lectura rápida (https://educrea.cl/velocidad-lectora-5-ejercicios-mejorar-la-lectura-rapida/), con el mismo propósito, hoy compartimos 9 trucos o consejos que complementan los anteriores, cuando se trata de mejorar la velocidad lectora de los más pequeños.

1. Leer ‘en voz baja’. Es decir, pide al niño que lea sin hablar, siguiendo el texto con los ojos, y no con la voz (tampoco sirve que relea con ‘una voz interior’). ¿Sabes por qué? El cerebro reconoce las palabras a gran velocidad, pero el problema de los niños que leen con mayor lentitud es que tardan en transformar y procesar esas palabras que reconoce el cerebro en palabras sonoras. Es decir, quien tarda es la voz. Deja que lea sin hablar y verás como él mismo se da cuenta de que puede leer más deprisa de lo que imaginaba. Para el niño puede ser muy divertido jugar a cronometrar cuánto tiempo tarda en leer un párrafo en voz alta y cronometrar cuánto tarda en hacerlo en voz baja.

2. Usa un marcador o una guía. Seguro que a los niños les han dicho muchas veces que no se apoyen en el dedo ni señalen la frase que está leyendo. Pues es un error. Si está comenzando a leer, el dedo le servirá como guía para no ‘perderse’, saltarse una línea o distraerse con las palabras que hay alrededor. Puedes usar un marcapáginas o una regla.

3. Pide a tu hijo que se fije en la frase. En lugar de ir palabra a palabra (lo que puede convertir la lectura en un texto sin sentido y bastante aburrido), pide al niño que intente focalizar toda la frase completa. El cerebro es capaz de visualizar la frase y relacionar al instante las palabras que capta. Esto le ayudará también a mejorar la agudeza visual, que es aquella que nos ayuda a ‘completar’ una imagen solo con percibir parte de ella.

4. Amplía su campo visual. Siguiendo el consejo anterior, para que el niño sea capaz de ir más allá y poder ir ‘saltando’ de frase en frase con gran agilidad sin perder capacidad de comprensión lectora, necesita mejorar su apertura de campo visual. Es decir, conseguir que el ojo ‘capte’ un campo visual muy amplio. Existen muchas actividades destinadas a conseguirlo. Por ejemplo, puedes pedirle que todos los días se siente en su habitación frente a una pared donde tenga objetos que pueda ver, que los observe durante unos segundos, cierre los ojos e intente recordar qué pudo ver… y que repita este mismo ejercicio pero intentando ‘captar’ más objetos cada vez.

5. Busca la palabra clave. En todos los textos existen palabras ‘clave’ que dan sentido a lo que estamos leyendo. Es la palabra que nos ayuda a ‘intuir’ el resto de frase. Por ejemplo, si estás leyendo ‘Caperucita … se adentró en el bosque’, sabrás que se refiere a ‘Caperucita roja’, puesto que localizaste la palabra clave: ‘Caperucita’.

6. Utiliza juegos de palabras incompletas. Si quieres mejorar su capacidad para ‘intuir’ la palabra que irá detrás de otra, puedes instruir al cerebro mediante juegos destinados a mejorar la lógica. Por ejemplo, puedes apuntar en una hoja varias palabras con alguna vocal cambiada. El niño debe adivinar qué palabra es. Así, si ve ‘galendrina’, debe adivinar que en realidad pone ‘golondrina’.

7. Practica con la lectura en ‘pirámide’. Leer en pirámide ayuda al niño a centrarse más en lo que lee. Busca un texto y escríbelo en forma de pirámide. Pídele que lo lea, mientras cronometras cuánto tarda. Después deberá volver a leerlo para comprobar si es capaz de hacerlo más deprisa… Puedes repetir este mismo ejercicio varias veces.

8. La primera y la última frase. Pide que lea solo la primera y última frase de un párrafo… intentando mantener la comprensión lectora. Puede que al principio le resulte algo complicado, pero con la práctica, lo conseguirá. Centrándose en las frases más importantes, conseguirá leer mucho más deprisa.

9. Mejora su comprensión lectora. De nada sirve animar a un niño a leer más deprisa si no entiende lo que está leyendo. Para mejorar su comprensión lectora, nada mejor que hacer preguntas sobre el texto que acaba de leer.  Además, esto le ayudará a reflexionar sobre el contenido del texto.


Esteban, Estefania (2020) 9 trucos fantásticos para mejorar la velocidad lectora de los niños. Sitio web Tu Cuento Favorito. Recuperado de tucuentofavorito

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