La migración de personas provenientes de diversos países del mundo es una realidad que en Chile va en franco crecimiento desde hace algunos años. Esto se ve reflejado en la amplia variedad de nacionalidades, culturas, razas e idiomas que hoy por hoy se encuentran en las salas de clases de la gran mayoría de los establecimientos educativos de nuestro país.
Nuestra Constitución Política de la República garantiza el acceso a la educación a todos los niños, niñas y jóvenes que residen en nuestro territorio. La Ley General de Educación establece que ni el Estado ni los establecimientos educacionales, podrán discriminar arbitrariamente a los estudiantes y a los demás miembros de la comunidad educativa, por tanto los estudiante que provengan de otros países, tienen derecho a ingresar, permanecer y progresar en el sistema escolar de la misma forma que un alumno nacional. Cualquier forma de discriminación en su contra se opone al principio de igualdad.
Todos los niños, niñas y adolescentes migrantes matriculados en establecimientos educacionales, al ser estudiantes regulares, tienen los mismos derechos que los nacionales respecto de la alimentación, textos, seguro, pase escolar y especialmente a que se le entregue una educación de calidad. Pero llevar estos derechos garantizados a la práctica de aula no es tarea fácil. Los docentes deben recurrir a diferentes estrategias para incluir a los estudiantes migrantes en el plan regular de estudios, velando porque alcancen los mismos objetivos de aprendizaje, aun cuando tengan múltiples barreras para lograrlo. Es por eso que compartimos un artículo publicado por eligeeducar.cl en el que se enfatizan 5 acciones que pueden hacer los docentes para integrar adecuadamente a sus estudiantes migrantes.
5 Cosas que hacen los docentes para integrar a los niños migrantes
Uno de los mayores desafíos que enfrentan los niños migrantes es su incorporación a un nuevo establecimiento educativo. Durante este período, los estudiantes no sólo dejan atrás a sus familias, amigos y profesores sino que también se encuentran con algunas barreras lingüísticas y culturales. Frente a esto surge una gran inquietud ¿Cómo facilitar la integración de niños migrantes?¿Qué hacen los docentes para integrarlos en sus salas de clases?
Los niños migrantes en general han recorrido un largo camino en circunstancias difíciles para llegar al país de residencia final, y probablemente en este nuevo hogar se encuentran con barreras lingüísticas y culturales, además de enfrentarse a un nuevo profesor y un nuevo curso. Entonces, ¿Qué hacen los educadores para que este proceso sea lo más suave posible?
1. Tratan a los niños como expertos
Los niños migrantes son los expertos en sus propias vidas, por eso la mejor manera que tienen los docentes para averiguar sobre ellos –ya sea sobre sus experiencias anteriores, sus intereses, gustos o disgustos– es preguntarles. Por ejemplo, cuando en clases se habla de algún tema que tiene que ver con su país, religión o experiencia de vida, los niños extranjeros querrán contribuir y conocerán quizás más que el docente. Los profesores saben eso y en lugar de ver esa acción como un desafío a su autoridad, los dejan hablar para aprovechar sus conocimientos, además los tratan como expertos, se preocupan de conocerlos como seres humanos y animan a los demás alumnos a hacer lo mismo.
2. Innovan en el plan de estudio
Un tema crucial en las escuelas multiétnicas es si los estudiantes pueden “verse” en el plan de estudios. La clave que usan los profesores para incluir a los niños migrantes es la creatividad en el currículum: eligen temas para reflejar la gama de identidades y experiencias culturales de los niños. Eso genera confianza y sentido de orgullo sobre sus países de origen, mientras que ofrece valiosas oportunidades de aprendizaje para sus compañeros de clase.
3. Utilizan otras formas de enseñar
Para involucrar a los estudiantes migrantes con el plan de estudios, los profesores necesitan construir su entendimiento de formas distintas al “literal” –el que requiere del lenguaje–. Una herramienta que utilizan los docentes son los libros ilustrados que permiten nivelar el campo de juego para los estudiantes con diferentes habilidades. Estos libros pueden contar historias complejas que requieren poca o ninguna competencia en el idioma para disfrutar. Por otro lado, utilizan la danza, el arte, el drama y la música ya que funcionan para enganchar a los niños que no hablan el idioma propio de cada país.
4. Fomentan la colaboración
Promueve el trabajo conjunto con el objetivo de que los estudiantes compartan conocimientos lingüísticos y emocionales. A través de esto, los docentes se dan cuenta que los niños son mucho más creativos que los adultos al momento de comunicarse unos con otros.
5. No subestiman a sus estudiantes
Los profesores no subestiman las capacidades de sus estudiantes, ni piensan que sus habilidades académicas son las mismas que sus habilidades en el idioma que están aprendiendo. Los niños migrantes pueden ser estudiantes de alto rendimiento en sus países de origen y su nivel de alfabetización puede no necesariamente reflejar su capacidad en general.
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