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Recomendaciones para docentes con alumnos con TEL

30 Diciembre, 2019

El lenguaje es una capacidad fascinante de la que aún no comprendemos muy bien ni cómo surge ni cómo funciona, pero sabemos que interviene en el análisis de lo que percibimos, en nuestras emociones y en la elaboración de ideas. Nos ayuda a recordar el pasado y a imaginar el futuro. Es el soporte de nuestro mundo interior, de nuestro «yo» y también la herramienta que nos permite transmitirlo. Las deficiencias en el lenguaje interfieren en todos estos procesos. Pueden ser debidas a problemas en la comprensión, en la expresión o en ambas y sus causas pueden ser muy variadas.

El trastorno específico del lenguaje, conocido como TEL, es un trastorno del neurodesarrollo que afecta exclusivamente al lenguaje. Incluye a todo trastorno de lenguaje que se caracterice por un desarrollo lento y retrasado respecto de la edad cronológica y que no tenga relación con una deficiencia auditiva, motora, cognitiva o de conducta, tampoco con el autismo. De una forma práctica se distinguen dos tipos: TEL de predominio expresivo, en que los niños tienen una memoria normal que permite reconocer los fonemas y las palabras comprendiendo su significado, pero se expresan mal, no encuentran la palabra adecuada para lo que tienen que decir y son lentos en la formación de frases; y el TEL con alteraciones expresivo-receptivas, en el que los niños evidencian dificultades para reconocer los fonemas y las palabras, su memoria fonética es limitada, aunque curiosamente su expresión es algo mejor que la de los niños del primer grupo.

Como en todos los trastornos, no existe un marcador biológico que nos permita identificar a los niños con TEL, es decir, no hay una prueba médica –análisis, pruebas de imagen o neurofisiológicas– que nos corrobore que un niño tiene un TEL, por lo que es fundamental recurrir a especialistas en el área cuando el desarrollo del lenguaje de un niño o niña se observa discordante con su edad cronológica. Es importante intervenir los TEL, ya que estas alteraciones en el desarrollo normal del lenguaje pueden mantenerse en el tiempo y repercutir en el desempeño escolar del niño, afectando en edades posteriores, en lectoescritura, además de afectarlo a nivel emocional y social. Cabe señalar, que de manera paralela a los tratamientos con especialistas, desde el aula es necesario tener algunas consideraciones que favorezcan el proceso de aprendizaje de niños y niñas con TEL, a pesar de sus dificultades de lenguaje.

¿Cuáles son las características y síntomas del TEL?

Se produce un inicio tardío del lenguaje
Hay un desfase entre la edad cronológica y la psicolingüística
A nivel expresivo:
Vocabulario pobre
Frases muy sencillas
Errores en el uso de los tiempos verbales (sobre todo del pasado)
Lenguaje muy desorganizado.
Dificultades de evocación (efecto punta de la lengua)
Dificultades para comprender el lenguaje abstracto.
Hacen una Comprensión literal lo que conlleva a fallos en frases hechas, refranes, dobles sentidos, bromas, lo que provoca una repercusión a nivel social (de ahí que se conozcan como Extranjeros dentro de su propio idioma)
No regulan bien sus emociones porque no saben expresar lo que sienten y eso se manifiesta en baja autoestima y baja tolerancia a la frustración
Dificultades para diferenciar información relevante de la que no lo es.

Uno de los problemas más destacados se relaciona con la memoria lingüística, ya que almacenan poca información durante un escaso período de tiempo. Esta Memoria se denomina Secuencial Auditiva y es la que nos permite almacenar secuencias de unidades lingüísticas (sílabas, palabras) por lo que es vital para la adquisición del lenguaje escrito.

¿Cuáles son las recomendaciones más destacadas para el aula?

La falta de comprensión de algunas instrucciones y, dada la alta carga verbal de nuestro sistema Educativo, genera que los niños y niñas con TEL presenten problemas relacionados con la conducta diaria. Por eso, la primera recomendación es crear un clima de confianza.

En nuestro día a día como educadores de una diversidad de niños y niñas, entre los que se encuentran algunos con TEL, es recomendable:
Dar espacio para preguntas ya que el tiempo que necesitan para la comprensión es mayor.
Asegurarnos de manera individual que hayan comprendido los conceptos importantes, puesto que ellos no van a percibir si no han comprendido bien la información.
Dar los apuntes por adelantado para que puedan realizar una comprensión previa.
Entrenar en habilidades comunicativas para iniciar, mantener y finalizar una conversación.
Durante los exámenes:
Otorgarles más tiempo,
Realizar preguntas concisas, no abstractas
Intentar que las cuestiones sean en el mismo formato que las que se han trabajado a diario para aportar seguridad.
Hacer evaluaciones orales complementarias.
El uso de apoyos visuales (Pictogramas, paneles informativos, imágenes, fotografías, visual thinking…)
Adaptar el lenguaje para facilitar la comprensión
Hablar pausadamente con enunciados sencillos y cortos.
Evitar conversaciones paralelas
El trabajo en grupos pequeños
Hacer preguntas cerradas y con opciones de respuesta.
Darles tiempo para que se expresen, no acabar las frases por ellos
Evitar ironías, dobles sentidos.
No fijarse en el error, crear un feedback corregido, ejemplo: