Inclusión

Cómo hacer que tus estudiantes TEA estén cómodos en el recreo

El recreo es un momento crucial para el desarrollo físico, emocional y social de niños y jóvenes, ya que les permite jugar libremente, ser creativos, divertirse y relacionarse con compañeros y adultos en un entorno diferente al académico. Sin embargo, algunas características de los patios escolares pueden presentar desafíos significativos para aquellos niños y jóvenes con Trastorno del Espectro Autista (TEA).

La configuración de los espacios de recreo puede ser un desafío significativo para personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA). Estos espacios, a menudo cambiantes y amplios, están llenos de múltiples estímulos y abarrotados de personas de diferentes edades y cursos. Estas condiciones pueden ser abrumadoras para quienes tienen hipersensibilidades, dificultades con la integración sensorial y una estructura interna menos sólida, ya que necesitan entornos predecibles y bien estructurados para sentirse tranquilos y seguros.

En muchos casos, los patios escolares son supervisados por personas distintas a los docentes del aula, lo que requiere tiempo para el conocimiento y la adaptación mutua, así como una coordinación y comunicación efectiva entre profesionales y familias. Además, los tiempos de recreo suelen ser menos estructurados y menos dirigidos por los adultos en comparación con otros momentos del día escolar. Esta falta de estructura permite que las interacciones humanas se desarrollen con toda su riqueza y complejidad, aunque también es común que surjan conflictos entre compañeros.

 

Estrategias para apoyar a tus estudiantes TEA 

Cada persona con TEA es única y presenta necesidades específicas que deben conocerse a fondo para ofrecer un apoyo adecuado. Para mejorar la experiencia en el patio, algunas estrategias generales incluyen:

  • Anticipar y explicar rutinas y dinámicas, utilizando soportes visuales o contextuales si es necesario.
  • Ayudar en la comprensión de situaciones sociales y en la participación en juegos.
  • Enseñar a establecer límites en caso de conductas no deseadas por parte de compañeros.
  • Facilitar un espacio cómodo donde puedan retirarse en caso de sobrecarga sensorial o malestar.
  • Proporcionar apoyo en la regulación emocional.

Conoce más sobre la inclusión a través de nuestras capacitaciones que tenemos para ti. Como el taller "Desregulaciones emocionales y conductuales: estrategias de apoyo para estudiantes autistas".

Fuente: fetb.org/es/

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