A continuación compartimos una noticia publicada en el mes de enero del presente año en el sitio
latercera.com, que refiere a la implementación en nuestro país del programa internacional HIPPY, sigla en inglés para “Programa de instrucción en el hogar para padres de niños en edad preescolar". Este programa fue creado en Israel en 1969 por el Instituto de Investigación para la Innovación en Educación de la Universidad Hebrea de Jerusalén como respuesta comunitaria a las necesidades de alfabetización de los niños y niñas pertenecientes a hogares en situación de vulnerabilidad. Desde entonces, HIPPY ha desarrollado un modelo pionero con excelentes resultados que ha sido aplicado en varios países y que la Fundación CMPC trajo a Chile.
HIPPY es un programa internacional que tiene como objetivo empoderar a los padres para que ellos mismos apoyen desde sus hogares los aprendizajes de sus hijos, a través de actividades y juegos educativos, que fortalecen el desarrollo del lenguaje, pensamiento lógico, resolución de problemas y discriminación perceptual y sensorial. En la actualidad se aplica en 17 países y consiste en visitas que una tutora realiza al domicilio con la mamá, el papá o un cuidador que participa en HIPPY, y le enseña a través de juego de roles cómo se realizan las actividades. Las familias reciben un cuadernillo semanal, libros de cuentos y materiales para trabajar. Además, en forma mensual se realiza un taller grupal sobre temas de primera infancia.
Este programa ha cobrado adeptos en diferentes países puesto que los estudios demuestran que la primera infancia es el período en que los niños aprenden y se desarrollan más rápido y que los cuidados y aprendizajes que reciben durante sus primeros años tienen una importancia fundamental e influyen en el resto de sus vidas. En Chile, el programa se comenzó a implementar el año 2018, a partir de una alianza entre la Ilustre Municipalidad de San Joaquín y la Fundación CMPC. Los beneficiarios fueron niños y niñas de 3 años, pertenecientes a alrededor de 60 familias de dicha comuna. Este año 2019 su implementación se ampliará a la Araucanía y el Bío Bío.
Aprender jugando: la capacitación a padres para enseñar a sus hijos
Programa de educación internacional “Hippy” comenzó en San Joaquín y este año se implementará en La Araucanía y el Biobío.
Desde que Nakor nació hace cuatro años, su padre, Germán Salas (38), ha estado presente en cada etapa de su crecimiento. Antes de trabajar, y desde su casa en San Joaquín, Germán se preocupa de preparar su leche, bañarlo y alistarlo para el jardín.
En esa línea, Germán decidió dar un paso más: “Se me dio la posibilidad de participar en el aprendizaje de mi hijo. Me enseñaron cómo hacerlo”, cuenta. Por ello aceptó la invitación a participar en un programa educativo que consta de capacitar a un miembro del grupo familiar (padre, madre o abuelos) para realizar distintos juegos educativos diseñados para potenciar su lenguaje y resolución de problemas.
En la sociedad actual es común relacionar el aprendizaje de un niño con el sistema escolar. Sin embargo, desde el mundo educativo aseguran que la primera infancia (2 a 5 años) es el período en que estos desarrollan su pensamiento lógico. Por esta razón, en mayo de 2018, Germán se sumó al programa educativo internacional Hippy, de la Fundación CMPC. La iniciativa no solo fomenta las capacidades de los niños antes de llegar al nivel escolar, sino que también les enseña a los padres a generar lazos más profundos, siendo parte del aprendizaje de sus hijos.
“Cuando llego del trabajo estoy con él. Lo baño y luego buscamos un espacio para leer, con un ambiente apto para hacer los juegos. A veces recortamos cajas, pegamos cosas, y los materiales que se van creando se guardan. Tiene mucho de reciclaje. Todos los dibujos que hace los guardo en una carpeta y disfrutamos la experiencia para que él aprenda y recuerde lo que puede llegar a hacer”, cuenta Germán, quien formó parte del plan piloto para familiar de San Joaquín.
El programa de desarrollo integral en Chile partió el año pasado y consta de un trabajo conjunto donde los beneficiarios son visitados por monitores, quienes les enseñan herramientas educativas.
En su implementación en la RM participaron cinco tutoras y vecinas de San Joaquín para trabajar con 40 familias del sector. Una de ellas fue Javiera Arcaya, quien también es tutora. “Antes de dormir, mi hijo ocupaba el teléfono para ver monitos. Ahora eso cambió, y en vez de pedirme el celular, me pide que le lea un cuento. Esto se ha convertido en una herramienta nueva que tengo para compartir con mi hijo y generar un apego durante su mismo aprendizaje”, agrega.
Desde el gobierno valoran estos programas, y en ese contexto el ministro de Desarrollo Social, Alfredo Moreno, señala que “es con los niños con quienes podemos hacer una gran diferencia en la educación. Las brechas a futuro son muy difíciles de acortar cuando ya no se trabaja en la infancia más inicial. Lo que no hagamos con ellos, después permanece en la educación escolar, secundaria, en la universidad y en el trabajo”.
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