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¿Cómo elaborar una rúbrica?
7 Enero, 2019
En el contexto de la evaluación auténtica surgen diferentes alternativas de instrumentos de evaluación que permiten recoger información respecto de los logros de aprendizaje de los estudiantes. Entre las más conocidas y utilizadas en la actualidad encontramos la rúbrica. Es por eso que compartimos como recurso didáctico un documento que aborda la rúbrica como instrumento de evaluación auténtica del desempeño de los estudiantes. En este se presentan los dos tipos de rúbrica existentes, además se define y describe el proceso para elaborar las rúbricas, sus ventajas y desventajas. Adicionalmente, se listan algunas herramientas web para la creación de e-rúbricas.
Las rúbricas como instrumento de evaluación corresponden a guías precisas que valoran los aprendizajes y productos realizados. Son tablas que desglosan los niveles de desempeño de los estudiantes en un aspecto determinado, con criterios específicos sobre rendimiento. Indican el logro de los objetivos curriculares y las expectativas de los docentes. Permiten que los estudiantes identifiquen con claridad la relevancia de los contenidos y los objetivos de los trabajos académicos establecidos. En el nuevo paradigma de la educación, las rúbricas o matrices de valoración brindan otro horizonte con relación a las calificaciones tradicionales que valoran el grado de aprendizaje del estudiante, expresadas en números o letras. Cualquier rúbrica debe considerar las siguientes premisas: ser coherente con los objetivos educativos que se persiguen, apropiada ante el nivel de desarrollo de los estudiantes, y establecer niveles con términos claros.
Como instrumentos de evaluación formativa facilitan la valoración en áreas consideradas subjetivas, complejas o imprecisas mediante criterios que cualifican progresivamente el logro de aprendizajes, conocimientos y/o competencias valoradas desde un nivel incipiente hasta experto.
A pesar de que se usa con frecuencia y que existen herramientas web de apoyo para esta tarea, la construcción de rúbricas es una tarea compleja, puesto que implica describir con el mayor detalle posible el desempeño que el estudiante debe tener para alcanzar la máxima valoración. Del mismo modo, deben ser descritas con detalle, cada una de las categorías de valoración, de manera de que el estudiante tenga absoluta claridad de las razones por las que obtiene una determinada categoría. Estas descripciones, deben estar caracterizadas por ser claras, concisas y objetivas, puesto que pretenden entregar y recoger información de un determinado desempeño. Esto implica que el docente que elabora la rúbrica debe tener total dominio no solo de la disciplina que imparte y del tipo de producto que desea evaluar, sino también de la metodología aplicada y de sus estudiantes, sus características individuales. Es fundamental tener en cuenta que el instrumento por sí solo, por muy bien construido que esté, no sirve de mucho si no hay un análisis de resultados que tenga como consecuencia una toma de decisiones pedagógicas respecto de cómo continuar el proceso educativo con los estudiantes. Este último punto cobra especial relevancia cuando se sabe que el proceso de análisis y toma de decisiones, propósito principal de la evaluación, es el que se encuentra más débil en las prácticas evaluativas que hoy se aplican.
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