Noticias

¿Cómo y cuándo volver a clases? La difícil prueba al sistema educativo en pandemia

10 Mayo, 2020

El día martes 21 de abril en la sección Qué Pasa de la versión digital del periódico Chileno Diario La Tercera, se publicó un interesante artículo que reúne las opiniones de especialistas nacionales en educación respecto de cómo y cuándo volver a clases en el contexto de la pandemia por el coronavirus que afecta al mundo entero. Esto en respuesta a la declaración que el Ministerio de Educación hizo en ese momento de que se estaba trabajando en un Plan de Retorno a Clases, pero sin entregar mayor detalle de las acciones.

La información concreta que el Ministerio de Educación entregó hasta ese minuto es que se posponía el inicio de las clases presenciales, fijado para el día lunes 27 de abril al concluir el período declarado como vacaciones de invierno, hasta una nueva fecha que sería anunciada oportunamente. Junto con ello, la entidad explicó que el Plan de Retorno a Clases en que se estaba trabajando se construía sobre tres principios: Seguridad, es decir, las clases serán retomadas cuando las condiciones sanitarias lo permitan; Gradualidad, implica que el proceso será flexible para que los establecimientos puedan retomar las clases de acuerdo a las condiciones particulares de cada uno; y Equidad, considerando un trabajo con todas las familias para que puedan utilizar el espacio de seguridad y protección que brindan las escuelas.

Con esta información, sumada a los antecedentes que entregan las evidencias internacionales recogidas en otros momentos críticos, como la pandemia del H1N1 del 2009, los especialistas entregan su opinión y sugerencias respecto de los elementos que el Plan de Retorno a Clases del Ministerio de Educación debiera considerar. Esto entendiendo que el principio fundamental en el que debe sustentarse cualquier plan en este contexto es el de la seguridad, desde el punto de vista sanitario, dado que el foco está en resguardar la salud y la vida de todas las personas.

Panorama en Chile

En Chile, destaca Ávalos, no se han formulado aún medidas precisas sobre vuelta a clases por parte del Ministerio de Educación (Mineduc), “más allá de indicar la intención que sea ‘lo más pronto posible’ manteniendo ‘todos los resguardos necesarios’".

Alejandro Carrasco, académico de la Facultad de Educación de la Universidad Católica y director del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (Ceppe UC), señala que en educación dar señales de normalidad anticipadas puede tener un efecto boomerang. El gobierno ha cumplido con su obligación de anticipar escenarios, de planificar el corto y mediano plazo, dice, “pero ha precipitado los mensajes generando ansiedad, se requiere una estrategia comunicacional más clara hacia madres y padres, familias y cuidadores, sobre el significado concreto del regreso a clases, independiente de cuándo ocurra, sobre las garantías de cuidado, seguridad sanitaria, y condiciones en que sus hijos volverán”.

Una idea similar plantea Cristian Bellei, académico Ciae de la U. de Chile: “En rigor, el Mineduc no ha dado a conocer el plan de vuelta a clases; sólo se conocen algunos criterios del comité asesor general sobre Covid-19, en línea con los consejos internacionales sobre la materia; y dejan claro lo difíciles que son de cumplirse en todas las escuelas y liceos. Por tanto, es esperable que el proceso de retorno sea lento, gradual, caso a caso".

En un proceso de regreso a la enseñanza presencial lo que debiese siempre orientar el proceso es la seguridad y salud de los estudiantes, de sus familias, de los docentes y de los asistentes de la educación, explica Juan Pablo Valenzuela, investigador y académico Ciae. “En segundo lugar, esto debe ser compatible también con la salud mental y con el asegurar los aprendizajes. Esto es un orden por jerarquías”.

Sin embargo, considerando la evidencia y el caso chileno, Ávila señala que es prematuro pensar en una vuelta a clases, aun cuando sea escalonada y gradual, “hasta no tener aseguradas condiciones, tanto de declive en el avance de la epidemia como la posibilidad de mantener el distanciamiento requerido en las aulas y lugares de recreación”.

Diversidad

Un plan claro, una “estrategia escolar post-pandemia” definida, resalta Carrasco debería contar con criterios para que cada comunidad escolar se prepare y diseñe el regreso a mediano plazo. Y considerando la enorme variabilidad de contextos. “Estandarizar iniciativas ha sido el talón de aquiles de la política educativa y eso en esta crisis debiese evitarse”, indica.

Además, dice Carrasco, debería ofrecer criterios y recursos concretos. "Por ejemplo, que el ingreso y salida será con horarios diferidos, que los recreos serán alternados, que todas las salas de clases tendrán alcohol gel, que se harán controles de temperatura, que se dispondrá de apoyo médico, que los horarios de clases serán más acotados, o que no aceptará el ingreso de extraños a los establecimientos. Todo eso quizá produciría menos ansiedad que anuncios generales y abstractos como los que han recibido los padres que ven algo de improvisación y precipitación”, subraya.

De presentarse un plan de retorno a clases, ese requiere garantizar a su vez, que el personal ha sido debidamente capacitado para mantener este comportamiento, indica Bellei, "guiar a los estudiantes en él, prevenir, enseñar normas de salud y cuidado, detectar nuevos casos, y una red de respuesta inmediata ante ellos”.

Además, un proceso de regreso a la enseñanza presencial gradual debiese contar con la participación activa de las comunidades escolares. Por ejemplo, resalta Carrasco, hay territorios donde no ha habido efectos o la pandemia ha tenido muy pocos efectos. En esos lugares, se podría considerar su apertura gradual. “La descentralización en la toma de decisiones y la participación de la comunidad escolar es clave: son los directivos, sostenedores, docentes y familias, los que deben determinar la gradualidad del regreso, con la orientación de las autoridades del Mineduc y en coordinación con el sistema de salud y siempre considerando, en primer lugar, el resguardo de las condiciones de salud”.

La medida de vuelta a clases, aunque se establezca, advierten los expertos, puede ser rápidamente revertida según las circunstancias. “El sistema educacional este 2020 deberá aceptar la idea de que habrá gran diversidad de situaciones; esto último también aconseja continuar fortaleciendo las prácticas de enseñanza y aprendizaje a distancia, lamentablemente interrumpidas por las erróneamente definidas ‘vacaciones’ en que nos encontramos”, resalta Bellei.

Un retorno que también supone anticipar dificultades que podrían enfrentar los colegios. Si los padres no envían con regularidad a sus hijos a clases como es presumible, dice Carrasco, es posible que se observe variabilidad e inestabilidad en la asistencia escolar el resto del año, lo que afectaría el financiamiento de los colegios, cuya subvención mensual por ley depende de su asistencia. “Ante ello, el Mineduc debiese prever un mecanismo de pago de subvenciones, un piso mínimo o la media histórica de asistencia”.

Pero también los padres y madres podrían no enviarlos a clases por múltiples razones, como el miedo al contagio en familias compuestas por población de riesgo, “o debido a cambios en el presupuesto familiar por la crisis, que afectará a familias que se desplazan a otras comunas para educar a sus hijos e incurren en costos de traslado a diario”, advierte Carrasco.

Sepúlveda, Paulina (2020) ¿Cómo y cuándo volver a clases? La difícil prueba al sistema educativo en pandemia. Diario La Tercera, versión digital. Sección Qué Pasa. Categoría Noticia. Chile. Recuperado de latercera.com

Suscríbete a nuestro boletín

Newsletter