¿Y después de las vacaciones? Recomendaciones para retomar el segundo semestre

A pocos días de haber terminado unas merecidas vacaciones en las que las comunidades educativas recuperaron fuerzas y energías, es momento de planificar el inicio del segundo semestre y sus desafíos. Para muchos, es la oportunidad para revisar lo hecho hasta este momento y replantearse metas, mientras que para otros es hora de esforzarse un poco más en conseguir los objetivos. “Al ser un proceso de desconexión, en las vacaciones se pueden perder ciertas responsabilidades y horarios que se realizaban diariamente, y muchas veces cuesta retomar estas pautas. Para el regreso a clases hay que seguir ciertas indicaciones que ayuden a una mejor adaptación“, dice Felipe Gallardo, psicólogo del Hospital Clínico de la Universidad de Chile. Así, el especialista señala una serie de recomendaciones para comenzar con el pie derecho este segundo semestre, como acostarse y levantarse más temprano en los días previos, disminuir las horas de juego por actividades más pausadas y generar espacios para dialogar sobre lo que implica volver a clases. “Tanto a niños, jóvenes y adultos la vuelta a la rutina después de vacaciones puede generarles ciertos niveles de ansiedad, por lo que se necesita un período de reajuste para retomar las actividades. Hay que tener paciencia para adaptarse nuevamente a los horarios y hábitos. La estructuración de rutina nos ayuda, especialmente a los más pequeños, ya que saber qué hacer cada día resulta más fácil para ellos”, afirma la psicóloga Leire Cosgaya.   Meses intensos Uno de los principales desafíos que debe enfrentar la comunidad educativa es la intensidad que muchas veces tiene el segundo semestre, ya que por ser un período más corto -incluidas las vacaciones de Fiestas Patrias- exige una adecuada planificación y ser muy eficientes en el control del tiempo para cumplir todas las tareas. Sin embargo, los especialistas dicen que no se trata solo de organizarse. En este sentido, el rol de los padres y apoderados es fundamental en el proceso de aprendizaje de los alumnos, ya que es un período en el que los estudiantes se sienten más presionados por los resultados y promedios de fin de año. “Muchas veces los hijos sienten que para sus padres los estudios y tareas son una molestia, algo que solo les atañe a ellos y el colegio, por lo que es necesario cambiar la perspectiva. Es decir, no hay que preguntarse ¿cómo hago para que mi hijo estudie?, sino ¿cómo lo hago para estudiar y aprender con él? En la medida que los niños ven que es un tema importante para los padres, automáticamente se sienten más motivados con sus estudios, y lo ven como un compromiso de familia”, apunta Rodrigo Resines, psicólogo de la Red Educacional Crecemos. El grupo de alumnos que quizás requiere un mayor apoyo en este segundo semestre son los estudiantes de 4° medio, debido a la PSU y todo lo que conlleva. “A esta altura del año, los alumnos tienen que hacer una evaluación sobre su nivel de preparación y las pruebas que tienen que dar y establecer un plan de trabajo que priorice aquellas áreas en las que tienen más debilidades”, afirma Josefina Guerra, profesora del Preuniversitario Andrés Bello.     Fuente.