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El mindfulness: beneficios y pautas para aplicarlo en el aula

La atención plena contribuye a que profesorado y alumnado reduzcan el estrés, mejoren su atención y concentración, y puedan controlar sus emociones, según diversos estudios

El mindfulness, que en español se traduce como "atención plena" y tiene su origen en las prácticas de meditación orientales, es la capacidad que las personas podemos adquirir para concentrarnos en lo que está sucediendo en el presente, tanto a nivel mental, como corporal y ambiental, de acuerdo con Mindful Nation UK, un informe promovido por el Parlamento británico en 2015 y que analiza los beneficios de esta práctica en la vida política, educativa y social de Reino Unido.
 
En el ámbito educativo, algunos estudios han demostrado que la atención plena ayuda al profesorado a gestionar el estrés de forma eficaz, pues le proporciona herramientas para reducirlo. Es lo que indica una de las investigaciones más recientes sobre el tema, realizada por expertos de la Teesside University en Reino Unido y presentada en la conferencia anual de la British Psychological Society hace unas semanas.
 
En cuanto al alumnado, se ha comprobado que dedicar un mínimo de 10 a 15 minutos al día produce resultados positivos a nivel emocional y académico. Así consta en el informe "Mindfulness e investigación-acción en educación secundaria. Gestación del Programa Treva" (2016), realizado por los investigadores Luis López-González, Manuel Álvarez González y Rafael Bisquerra Alzina, y publicado en la revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado.
 

Cinco beneficios del mindfulness en el aula

 
A continuación, te explicamos en detalle estos y otros beneficios que puede aportar el mindfulness en los centros formativos y educativos, según los estudios citados:
 

Ayuda a la autorregulación emocional

 
El mindfulness se asocia con la regulación de las emociones. La atención plena produce cambios en el cerebro que se corresponden con una menor reactividad y una mejor capacidad para realizar tareas incluso cuando las emociones están activadas.
 
El profesorado que practica mindfulness puede mejorar sus habilidades para relacionarse con calma y eficacia con los estudiantes, mientras que al alumnado le ayuda a comportarse mejor en clase, y a ser menos impulsivos y más respetuosos.

 

El nivel de estrés se reduce

 
El mindfulness ayuda a los docentes y estudiantes a tener nuevas perspectivas sobre como lidiar con el estrés, ya que les proporciona nuevas herramientas para poder gestionarlo, y por consiguiente reducirlo.
 
 

Mejora la atención y la concentración

 
Dado que el mindfulness se enfoca en el entrenamiento de la conciencia y la atención plena, para de esta manera poder dirigir de forma voluntaria estos procesos mentales, su práctica resulta eficaz para poder aumentar la capacidad de atención y concentración.  Este hecho ha llevado a expertos a aconsejar esta práctica como terapia complementaria en los trastornos relacionados con el déficit de atención.
 

El rendimiento académico mejora

 
Dado que el estrés puede afectar negativamente al cerebro a la hora de aprender, intervenciones como el mindfulness que ayudan a reducirlo pueden contribuir también a que el alumnado tenga mejores resultados en su rendimiento académico.
 
 

Ayuda a formar alumnado resiliente, creativo y positivo

 
Establecer técnicas de mindfulness en la escuela desde las primeras etapas ayuda a que el alumnado desarrolle habilidades para poder manejar las dificultades y construir relaciones sociales constructivas. Quienes practican mindfulness pueden desarrollar una sensación de equilibrio, concentración y tranquilidad que alienta la creatividad, la felicidad, la tolerancia y la compasión.
 
 

Pautas para implementar el mindfulness en las escuelas

 
Ahora que ya conoces los beneficios del mindfulness, puede que te preguntes cómo aplicarlo en clase. No te pierdas los cuatro aspectos clave para conseguirlo, recomendados por Jamie Bristow, director de Mindfulness Initiative, una iniciativa británica dedicada a la investigación y aplicación de la atención plena en la sociedad como política pública, que es promovida por el Parlamento de Reino Unido. Estos aspectos son:
 

  1. Entender la diferencia entre concentración y mindfulness. Para aplicar el mindfulness en la escuela adecuadamente hay que saber distinguir esta práctica de la concentración y la calma. El mindfulness se distingue de la relajación y la concentración porque incorpora también que el alumnado y profesorado desarrollen una actitud permanente de conciencia, calma, apertura y curiosidad, así como un enfoque hacia lo que sucede en el presente.
  2. Que el profesorado se forme y practique el mindfulness de forma sistemática es clave para poder transmitir al alumnado esta práctica de forma consistente y correcta. Por ello, Bristow recomienda ofrecer una formación extensa a los docentes por parte de un profesional especializado en mindfulness. Se requiere un mínimo de 8 semanas de formación, seis meses de práctica personal comprometida y, si esto no es posible, entonces la introducción en el aula debe basarse en contenidos de audio y vídeo de alta calidad, que el profesorado y los estudiantes puedan seguir juntos.
  3. Que su implementación no se imponga, es decir, que no sea obligatoria, dado que tiene que ser una práctica voluntaria y consensuada para poder producir beneficios. Asimismo, su implementación requiere primero que el profesorado tenga interés en desarrollarlo en clase, y luego se necesitará un instructor cualificado de mindfulness que lo forme. Una vez que los docentes se preparen, tendrán que practicar la atención plena en grupo un tiempo más antes de empezar a introducir la atención plena a los estudiantes.
  4. Conseguir la implicación de la comunidad educativa. Para poder implementar un programa de mindfulness en un centro educativo se requiere de apoyo de las partes beneficiadas y también del equipo directivo y las familias. Por ello es importante implicarlas para el desarrollo de la atención plena en la escuela, así como buscar mentores (docentes) que estén dispuestos a iniciarlas y definir sus objetivos.

Fuente: Educaweb

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