Convivencia Escolar
El tipo de participación que promueve la escuela, una limitante para la inclusión
Los documentos normativos de la educación en México, y en gran parte del mundo, establecen como una prioridad la equidad educativa. Hablar de equidad remite necesariamente al clima escolar que se genera para crear ambientes propicios para el aprendizaje no sólo de conceptos, sino también de actitudes y valores que sustentan la sociedad democrática. La educación en la escuela debe proporcionar experiencias formativas que permitan una convivencia en la que todas y todos participen, ya que esto potencia la inclusión. Promover la educación inclusiva debe considerar prioritariamente el aprecio por las diferencias lo cual requiere reconocer a cada una de las personas que integran los grupos escolares y a partir de esto, impulsar la participación para generar los aprendizajes. Esto implica que las instituciones educativas privilegien prácticas organizativas y pedagógicas en las que las diferencias se asuman como oportunidades, y en donde la participación de la comunidad esté presente en todos los ámbitos de la vida escolar.
La importancia de la promoción de la participación infantil radica en que es un proceso que permitirá a la infancia desarrollar mejores aprendizajes y favorecer las condiciones de los ambientes en donde se desenvuelven. La participación permite a los estudiantes el ejercicio de la ciudadanía activa pues abre la posibilidad de entrar en relación con otros asumiendo responsabilidades para la mejora de la comunidad. Para que la infancia pueda ejercer su participación es prioritario que se creen las condiciones para que se lleve a cabo, específicamente en el contexto escolar pues, además de su proximidad, es el contexto reconocido por las niñas, niños y adolescentes como el principal ámbito de participación; por lo que es necesario que la escuela enseñe a participar desarrollando habilidades, conocimientos y actitudes que permitan el diálogo y la asociación. Sin embargo, lograrlo requiere la creación de un clima de confianza en donde se establezcan relaciones horizontales entre los adultos encargados y las niñas, niños y adolescentes.
Ochoa Cervantes, A. (2019). El tipo de participación que promueve la escuela, una limitante para la inclusión. Alteridad, 14(2), 184-194. Recuperado de alteridad