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Escuela de punta arenas recupera espacios físicos para mejorar la convivencia escolar

11 Noviembre, 2019

Todo educador o persona vinculada al área de la educación debiera saber que los espacios que conforman una unidad educativa constituyen un ambiente de aprendizaje. Existe evidencia científica que indica que la capacidad de concentración de las personas, está fuertemente afectada por las condiciones de los espacios en los que estudian. Hay investigaciones en las que se determina una correlación muy fuerte entre los ambientes físicos y el logro de los aprendizajes. Existen pruebas referentes al efecto que tiene en la concentración de las personas, otras variables relacionadas con el espacio como son temperatura, calidad del aire y ruidos.

El espacio educativo es el marco físico en el que se desarrollan las situaciones de aprendizaje de los alumnos, éste proporciona estímulos para el proceso de aprendizaje convirtiéndose en un poderoso factor educativo. Constituye un eje fundamental para el desarrollo de los aprendizajes. En este efecto, un ambiente educativo que ofrece ricas y variadas oportunidades para favorecer el juego, la explicación, la curiosidad, la imaginación y la interacción tiene una directa incidencia en la calidad de los procesos educativos. Cuando se habla de espacios educativos, se hace referencia al conjunto de aspectos que conforman un ambiente de aprendizaje en el cual es posible desarrollar diversas situaciones pedagógicas. En algunos currículos, se los identifica también como escenarios, contextos o simplemente como ambientes físicos.

Es importante destacar que, en la actualidad cuando se alude al espacio educativo, no sólo se está haciendo referencia a la sala de actividades de un establecimiento o al patio de juegos, sino a las más diversos espacios donde es posible establecer un encuentro educativo sistemático. Haciéndose cargo de la importancia de que los espacios sean aprovechados de la mejor manera para el aprendizaje de los estudiantes, en todo sentido, la Escuela Hernando de Magallanes de Punta Arenas, recuperó algunos espacios y recursos que estaban en desuso o no se aprovechaban mayormente.

Estudiantes con baja autoestima académica, poca tolerancia a la frustración, alto número de accidentes escolares e incluso episodios de violencia escolar, fueron algunas de las debilidades detectadas por el diagnóstico institucional que la Escuela Hernando de Magallanes desarrolló el año 2018. “Este proceso fue realizado por todos los estamentos de nuestra institución, en diferentes instancias como consejos de profesores, talleres de trabajo colaborativo, reuniones de apoderados, consejos de curso, entre otros. Como resultado de este diagnóstico decidimos redireccionar nuestro Proyecto Educativo y el Plan de Mejoramiento”, comenta la directora de la escuela Sol Águila.

“La observación y el monitoreo permanente de los recreos, horas de acogida (tiempo extra en la escuela), las clases y talleres nos permitió como directivos y docentes darnos cuenta que existía desorden, peleas y desmotivación por parte de los estudiantes”, señala Águila. A esto se sumaba que niños, niñas y jóvenes desarrollaban diariamente sus actividades en espacios físicos reducidos y poco atractivos.

Es por esto que como establecimiento tomaron la iniciativa de optimizar los espacios, recuperando áreas y mobiliario que estaba en desuso, para ponerlos al servicio del aprendizaje de todos los estudiantes.

Espacios para pensar

Así nacieron espacios atractivos y dinámicos, que propician en los estudiantes el desarrollo de sus capacidades, como el makerspace o espacio del pensamiento, lugar de colaboración abierta donde los estudiantes tienen acceso a conocimientos, recursos y herramientas que comparten con la finalidad de crear e impulsar proyectos y desarrollar habilidades tecnológicas.

“Además, en las horas de acogida se habilitan juegos de salón, tacataca, mesas de ping-pong; se realizan actividades guiadas y se dispone de algunos espacios abiertos como la biblioteca, sala multitaller y gimnasio para que los estudiantes puedan realizar actividades de acuerdo a sus intereses” señala la directora mencionando algunos de los ejemplos de mejoramiento de los espacios.

Actualmente, la Escuela Hernando de Magallanes cuenta con Jornada Escolar Completa (JEC) y desarrolla diversos talleres y Actividades Curriculares de Libre Elección (ACLE), enfocados en tres áreas: artística, cultural y deportiva. Las iniciativas parten desde la Educación Parvularia hasta el cierre de ciclo escolar e incluyen talleres de circo social, danza, juegos de salón, robótica, técnicas audiovisuales, interpretación vocal e instrumental, e incluso masterchef, entre otros. Estas instancias son elegidas libremente por los estudiantes y les permiten desplegar sus habilidades en las áreas mencionadas.

El establecimiento tiene un Índice de Vulnerabilidad Escolar de un 93,3 %, por esto lleva más de un año trabajando en su Plan de Mejoramiento y los resultados han sido evidentes, según comenta su directora: “Ya no tenemos registro de peleas en los recreos ni en las horas de acogida. Tampoco existen denuncias por bullying, y disminuyeron en un 50 % los accidentes escolares”.

Otros resultados de la notable medida del establecimiento son el aumento de los Indicadores de Desarrollo Personal y Social, según los resultados de la Agencia de Calidad de la Educación (período 2018-2019); el incremento considerable de la matrícula de la escuela, de marzo 2018 con 540 estudiantes, a marzo 2019 con 617 estudiantes; y la disminución de la deserción escolar, alcanzando un 0 %. Lo que demuestra que la recuperación, mejora y transformación de los espacios comunes son favorables para toda la comunidad escolar.

Agencia de Calidad de la Educación (2019) Escuela de Punta Arenas recupera espacios físicos para mejorar la convivencia escolar. Sitio web Agencia de Calidad de la Educación. Sección Noticias. Chile. Recuperado de agenciaeducacion.cl

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