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Guía para educadoras de párvulos de los niveles de transición
19 Octubre, 2018
A partir de las reformas implementadas desde hace algunos años al sistema educativo comienza un periodo de importantes transformaciones culturales a nivel nacional, que considera un nuevo Plan que apoyará en la formación educativa de una sociedad informada, reflexiva y crítica, creativa y participativa, un proyecto que releva la lectura como un derecho de todos y todas: el Plan Nacional de la Lectura 2015-2020.
Gracias a una articulación y esfuerzo conjunto de diferentes organismos, entre los que destacan: el Ministerio de Educación; la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas; el Consejo Nacional de la Cultura y las Artes; la Dirección de Bibliotecas, Archivos y Museos; el Ministerio de Desarrollo Social, a través del Sistema de Protección Integral a la Infancia Chile Crece Contigo y el Ministerio Secretaría General de la Presidencia, por medio del Consejo Nacional de la Infancia, nace este nuevo Plan que trasciende el corto plazo y busca propiciar y apoyar las diversas prácticas lectoras de los individuos en todas las etapas de su vida, pues cada persona se acerca a la lectura con motivaciones y propósitos particulares y desde distintos lugares (ya sea para informarse, disfrutar o entretenerse, estudiar, establecer o fortalecer vínculos afectivos, etcétera).
En el Plan se reconoce la lectura como una herramienta esencial para la adquisición de conocimientos y aprendizajes que fortalecen el desarrollo humano y el acceso a la diversidad sociocultural, considerando su aporte en los procesos cognitivos y afectivos de las personas, en la formación del gusto estético y el desarrollo de la imaginación, la creatividad y la sensibilidad. Asimismo, se comprende la lectura como un factor habilitante para la participación activa de las distintas comunidades en la sociedad actual, pues incide tanto en el progreso educativo como en el desarrollo económico de los países, y acentúa el valor de la lectura también como expresión de voluntades políticas.
Lo anterior debe entenderse desde una mirada actual, en donde la lectura no se reduce a los textos impresos o a la comprensión de lo escrito, sino que integra códigos visuales y digitales, múltiples formatos (libros, cómics, revistas, periódicos) y soportes. Así, en este contexto, se busca que los lectores sean flexibles y dinámicos en su práctica para lograr habilidades y competencias en el procesamiento de información que ofrecen las nuevas tecnologías. Ante esto, el Plan de la Lectura considera y releva formatos, soportes y medios digitales como posibilidades reales y oportunas para ampliar y enriquecer el acceso a la lectura.
Desde el ámbito educativo, se considera la formación de los docentes para poder implementar el plan ofreciendo diversos recursos. En el caso de educación parvularia, enfatizan la importancia de acercar a los más pequeños al mundo de la lectura y los libros. Para lograr los propósitos mencionados, es fundamental trabajar con niños y niñas todo tipo de textos, sin limitarse a los literarios, razón por la cual compartimos esta interesante guía para educadoras de párvulos de los niveles transición, en la que se instruye y orienta el trabajo con textos no literarios.
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