Convivencia Escolar

Involucramiento docente y condiciones del aula: una díada para mejorar la convivencia escolar en bachillerato

La convivencia se puede definir como la capacidad que tienen las personas para vivir con otras y, en un sentido amplio, como la edificación de una paz perdurable que debe estar sustentada en el diálogo y tener principios democráticos, respe­tando siempre las diferencias. Aprender a convivir es un ejercicio elemental que no anula la presencia de conflictos, ya que estos forman parte de la naturaleza de las personas pero que debe permitir relaciones de calidad. En la escuela, los estudiantes aprenden a convivir entre ellos y con los adultos, y es precisamente en este espacio en donde acontecen hechos que se constituyen como elementos pedagógicos de gran alcance y que convierten a los maestros en agentes de cambio y transformación, por tanto, la convivencia y las relaciones en las aulas son inseparables de las estrategias metodológicas. Se ha observado que el establecimiento de diversas dinámicas por parte de los maestros disminuye los actos de violencia y generan un buen clima de convivencia.

La mediación que realizan los maestros durante el proceso de enseñanza y aprendizaje, se convierte en un modelo de actuación para la solución en la práctica de diversos tipos de conflictos y problemas. Además, ofrece la posibilidad de sugerir, persuadir y razonar, lo que incide directamente en las buenas relaciones en el aula. Los maestros juegan un papel trascendental en la formación de los estudiantes para una convivencia pacífica en la escuela, por tanto, son ellos quienes deben reflexionar sobre los ajustes por hacer en su labor de manera de generar un mejor contacto y cercanía con el alumnado, ya que con esto conseguirán, además, relaciones más afectuosas y de comprensión. Concretamente, en bachillerato, la interacción durante el quehacer pedagógico es un elemento que debe ser valorado por los maestros, ya que permite alcanzar mejores ambientes y relaciones en el salón de clases. No obstante, para que dicha interacción sea potenciada, el docente debe proporcionar comunicación, respeto y confianza a sus alumnos, algo que facilitará el acercamiento para el diálogo y el desarrollo de una mejor convivencia escolar.  


Treviño Villarreal, D. C; González Medina, M. A. (2020). Involucramiento docente y condiciones del aula: una díada para mejorar la convivencia escolar en bachillerato. Revista de Investigación Educativa, 38(2), 397-414. Recuperado de revistas.um
 

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