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Jorge Zúñiga, el científico chileno que cambió el mundo con sus prótesis 3D

11 Enero, 2016

Jorge Zúñiga científico chileno prótesis 3DProbablemente cuando Jorge Zúñiga egresó de pedagogía en Educación Física, nunca pensó que años más tarde se convertiría en un científico de fama mundial. Y no en cualquiera, en uno que revolucionó el mundo de las prótesis creando la Cyborg Beast, una mano biomecánica de bajo costo que, por consejo de su hijo, se parece más a la extremidad de un robot que a una humana. "Cuando empecé a hacer la mano prostética en impresión 3D, mi hijo de 6 años la vio y la criticó porque era muy humana, así que me recomendó algo más robótico, como de superhéroe y me mostró una foto de Transformer. 'Papá, así debe ser la mano', me dijo", recuerda el científico que dicta charlas sobre innovación en distintos países. Con ese consejo, Zúñiga rediseñó todo y ocho meses después terminó el prototipo. "Lo imprimimos en el laboratorio, se lo pasamos a un niño y funcionó a la primera. Estaba feliz con su mano de superhéroe. Ahí supe que esto tendría impacto en todo el mundo, así que nos acercamos a una institución sin fines de lucro (e-NABLE) que tomó el diseño y se lo facilitó a muchas personas. A nivel local llevamos cerca de 50 niños y a nivel mundial aproximadamente 2.500 prótesis".   De El Bosque a Estados Unidos Este científico chileno llegará a Chile el próximo 19 de enero para participar del V Congreso del Futuro, la convención de mentes brillantes más importante de América Latina y que por 5 días realizará múltiples conferencias en Santiago y regiones sobre asuntos tan diversos como la astrobiología y la inteligencia artificial, entre otros interesantes temas. Las inscripciones pueden realizarse desde la página del Congreso del Futuro. Antes de doctorarse en Fisiología biomecánica y de dirigir el 3D Research & Innovation Laboratory en Creighton University, donde además es profesor, Jorge Zúñiga estudiaba en La Pintana. "Vengo de una familia de escasos recursos, soy oriundo de la comuna de El Bosque y estudié mecánica en un colegio técnico ubicado en el límite de La Pintana", recuerda Zúñiga. "Gracias a mi rendimiento académico tuve la oportunidad de llegar al Liceo Manuel Barros Borgoño. Siempre fui bueno para las matemáticas y las ciencias en general, quizás por eso mi familia quería que entrara a estudiar ingeniería, psicología o una carrera tradicional, pero a mí me gustaba mucho el deporte, así que opté por pedagogía en Educación Física. Lo que me atraía de ello era entender la biomecánica del movimiento humano". Hace 13 años –cuenta el profesor en biomecánica humana– se fue a Estados Unidos con la intención de trabajar como profesor de Educación Física, "pero como el proceso de certificación demora un año, trabajé en jardinería mientras tanto preparaba mis pruebas de inglés, que tuve que repetir más de dos veces". Ya con un manejo profesional del inglés se preparó para dar la prueba GRI, "que es como nuestra PSU, pero para magísteres y doctorados. Me saqué un alto puntaje y eso me dio la oportunidad de trabajar en un laboratorio y estudiar Fisiología del Ejercicio y Biomecánica", cuenta.   La revolución de la impresión 3D Dos días después de llegar a Chile, Jorge Zúñiga dictará su primera conferencia, el 21 de enero en el aula magna de la Universidad Austral, en Valdivia, y el 24, a las 9 de la mañana, hará lo propio en el ex Congreso Nacional. En estos lugares explicará los alcances de la innovación que les mejoró la calidad de vida a miles de niños con discapacidad física, elaborando prótesis de bajo costo. "Todo partió cuando escuché un reportaje en la radio sobre el uso de elementos prostéticos para niños en Sudáfrica. Los hijos de unas personas que conozco necesitaban algo así pero no tenían los recursos necesarios para contar con una de ellas. Entonces busqué en internet los planos de esta innovación, los estudié y vi que requerían muchos ajustes, así que decidí rediseñar y reinventar el asunto, al final –en nueve meses– salió el prototipo que se está usando en todo el mundo". Zúñiga explica que los costos de las prótesis convencionales "si son prótesis simples fluctúan entre 3 mil a 5 mil dólares. Las más sofisticadas, en cambio, con elementos electrónicos, podrían alcanzar hasta 50 mil dólares". "Existió el caso de un niño mexicano de 6 años que necesitaba un hombro prostético cuyo costo era de 40 mil dólares. El especialista tratante se contactó con nosotros y nos solicitó hacer algo para él, así que diseñamos e imprimimos en 3D el primer hombro prostético que se ha hecho –por lo menos acá en Estados Unidos–, y se lo entregamos gratis y nos comprometimos a reemplazárselo hasta que cumpla 20 o 25 años", cuenta. Junto con hacer asequibles aparatos que antes tenían un alto valor, la prótesis de Zúñiga vino también a cubrir las necesidades de un grupo humano largamente postergado: los niños. "El financiamiento para hacer prótesis está enfocado, aquí en Estados Unidos, en los adultos, aquellas personas que hicieron el servicio militar, fueron a la guerra y perdieron alguna de sus extremidades. A ello se agrega que muy pocos científicos investigan pensando en los niños, ya que como crecen y se desarrollan físicamente rápido, las prótesis no duran mucho, entonces no es un buen negocio porque la gente no tiene dinero para cambiar la prótesis constantemente", explica. Con la Cyborg Beast, no solo se están cubriendo las necesidades de los niños, sino que con sus diseños personalizados, además, les cambió la vida. "Mi intención era trabajar con instituciones médicas y universidades para facilitar su manufactura, pero ahora se abre la oportunidad para las familias, porque no es muy complicado. Incluso hicimos un manual bien detallado para que puedan armarlas, repararlas y mejorarlas. No puede hacerlo cualquiera, porque requiere ciertas habilidades, pero nos han mandado cartas y fotos para demostrar que ya lo están haciendo", dice con orgullo.   Crisis de la ciencia en Chile De la crisis de financiamiento y respaldo gubernamental que viven los científicos en Chile, Jorge Zúñiga no se siente al margen. "(Las autoridades) no se enfocan en dotar de recursos a la ciencia. A las personas con capacidad de innovar les resulta más fácil encontrar oportunidades en el extranjero que en Chille mismo. Por eso que es importante acordarse del país del que uno viene y compartir con su gente la experiencia del sueño hecho realidad", señala. De acuerdo a su experiencia, las inversiones atractivas para el mundo público y privado son a corto plazo e invertir en ciencia es a largo plazo, "por eso creo que es esencial destinar recursos para investigar e innovar, ya que, cien por ciento seguro, pronto se verán los frutos", asegura. En opinión del científico es importante ayudar a las regiones. "En Concepción conocí a un equipo de investigación del Departamento de Ingeniería Biomédica… ¡Esos muchachos tienen un nivel académico excelente! Ahora estamos trabajando con el Instituto Teletón de Concepción para hacer un brazo prostético eléctrico. Yo hago el brazo, estos muchachos ven la parte electrónica y la Teletón aporta el paciente y hace los planes médicos. El talento está, lo que se necesita son más recursos", detalla.   Exposición Para el Congreso del Futuro Jorge Zúñiga expondrá en torno al macrotema Conocimiento, Cultura e innovación. "La idea es mostrar que el proceso de innovación no es tan complejo, solo se requiere del deseo de ayudar a otros. Con la motivación de solucionar un problema masivo, cualquiera –sin importar la educación que tenga– lo puede hacer", afirma. Además de hablar sobre su experiencia en la innovación, para este científico la invitación que le cursó el V Congreso del Futuro –la única convención de científicos organizada por el Senado– tiene un significado muy especial. "Estoy muy contento de tener la oportunidad de haber sido invitado a este V Congreso del Futuro. Ir a Chile y hablarle a mi gente significa mucho para mí. Mi mamá, quien trabaja haciendo aseo en el Registro Civil, tiene el sueño de verme exponer en el Congreso ante gran cantidad de gente. Le hablaré a mi familia en Chile, a los científicos y a quienes manejan el financiamiento. Quiero invitar a los chilenos a que asistan a este evento. La entrada es gratis, deben ir. Me daré el tiempo de hablar con todos. Si me toma dos, tres o cuatro horas no importa", concluye el doctor en Fisiología biomecánica.   Sigue al Congreso en las siguientes redes: Facebook Twitter Instagram Fuente.

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