Evaluación

La evaluación auténtica para los aprendizajes: marcos de referencia y acción

La Evaluación Auténtica es una metodología de evaluación para el aprendizaje, conducida a través de tareas del mundo real que requieren que los estudiantes deban usar su conocimiento y habilidades, dando cuenta de desempeños creativos y efectivos, en contextos significativos. En este tipo de evaluación, el contexto es realista ya que se refiere a preguntas pertinentes y relevantes, la tarea involucra desempeño cognitivo a través de construcción de conocimiento y se miden habilidades cognitivas de orden superior que permiten el desarrollo de conocimiento profundo, incrementando la autonomía y el compromiso del alumno con su propio proceso de aprendizaje. Asimismo, a través del estímulo de la evaluación se busca generar procesos de resolución de problemas y transferencia, que corresponde al uso de un conocimiento procedimental y no sólo al aprendizaje de contenido declarativo o conceptual. La metodología a la base de esta evaluación rescata el feedback permanente sobre el desempeño de los estudiantes, lo que les permite corregir y mejorar su rendimiento.

En el artículo que destacamos esta semana se recorren diferentes aristas de orden epistemológico y metodológico de uno de los procesos y momentos más sensibles en materia educativa: la evaluación. Fenómeno individual, grupal y de repercusión social que atraviesa la condición humana, y por ende las prácticas cotidianas en las aulas e instituciones educativas.  En el marco de una perspectiva de evaluación que ubica a este proceso como parte constitutiva del aprendizaje, la evaluación está al servicio de los aprendizajes de los estudiantes, y pierde sentido en la medida en que no les reporta aprendizajes; también está al servicio de los aprendizajes docentes, y pierde absoluta razón si no entrega información que se pueda interpretar para mejorar las prácticas educativas. En contextos más amplios, se ubica al servicio de los sistemas educativos para la mejora, generándose procesos de responsabilidad compartida por todos los actores que intervienen. Se cambia sustantivamente la perspectiva desde la que se entiende la evaluación, pasando de una mirada sancionadora o expulsora de las oportunidades de seguir aprendiendo a una que entiende la evaluación como una de las principales fuerzas posibilitadora de más y mejores aprendizajes para todos los actores.

Entender la evaluación “para” los aprendizajes y no sólo “de” los aprendizajes, modifica sustancialmente las prácticas evaluativas, y al modificarlas, transforma los procesos de aprendizaje y enseñanza, al plantear experiencias de aprendizaje y evaluación continuos en los que se pretende dar espacio para que los estudiantes expresen con diferentes formatos y maneras sus logros y sus dificultades. Desde esta mirada, el artículo recorre los fundamentos epistemológicos sobre la evaluación, que permitirá re-analizar los posicionamientos sobre las concepciones acerca de la naturaleza de los conocimientos y prácticas que se enseñan, que se pretende que los estudiantes aprendan y por ende, que se evalúan. Se presenta la perspectiva de evaluación auténtica y colegiada, buscando responsabilizar a la comunidad educativa de los procesos de aprendizaje y enseñanza que ocurren en las escuelas; y por último, se presentan tres potentes abordajes metodológicos para la evaluación: Rúbrica, simulación y portfolio.


Demuth, Patricia (Compiladora); Fernández, María Graciela; Navarro, Viviana; Yarros, Betty; Sánchez, Erika; Alegre, Marcelo (2020). La evaluación auténtica para los aprendizajes: marcos de referencia y acción. Recuperado de researchgate

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