Convivencia Escolar
La mirada del docente sobre la promoción de la convivencia entre las familias de su estudiantado
12 Abril, 2020
A continuación compartimos un documento que presenta un estudio que se realizó con una muestra constituida por población docente de preescolar y primaria perteneciente a un centro educativo del Área Metropolitana en Costa Rica. Por medio de diferentes instrumentos de recogida de información se indagó en las percepciones del personal en educación, sobre factores involucrados en la promoción de la convivencia entre las familias de su estudiantado. Asimismo, se les consultó sobre las estrategias que implementan en el aula para educar a favor del convivir. Los resultados evidenciaron que el personal docente posee una visión amplia pero poco profunda del tema, su discurso no teoriza sino que se basa en ejemplos de experiencias cotidianas. Manifiestan experimentar una recarga en sus funciones educativas en tanto consideran que las familias han dejado de educar a niños y niñas en pro de la convivencia.
La formación para la convivencia ha sido tema central en los foros de la UNESCO y en los debates acerca de las dimensiones éticas de la sustentabilidad, de la defensa de los Derechos Humanos y de la integración en las sociedades multiculturales. A esta formación se han sumado, en las últimas décadas, diversos Ministerios de Educación Pública especialmente de países de habla hispana como Chile, Colombia, España y Costa Rica. Además, se han generado redes, políticas, planes y propuestas de intervención, para implementarse en instituciones de enseñanza pública y privada. Pero la promoción del convivir, desde el seno familiar y pese a su trascendental relevancia, ha sido poco explorada, aun menos si se estudia a través de la mirada del docente. Es importante recordar que la familia, como primera instancia socializadora mediada por vínculos afectivos, se convierte en un escenario idóneo para enseñar a convivir.
En el seno familiar se desarrollan valores y competencias sociales como el descubrimiento de sí mismo y del otro, la empatía, la asertividad, la autonomía, el respeto, la tolerancia, el respeto a las diferencias, el sentido de justicia y la valoración de las diferencias, entre otras, todas como el cimiento del convivir. Sin embargo, el sistema escolar señala que en las últimas décadas ha surgido un debilitamiento de la familia como promotora de la convivencia y que esta función se ha recargado a la dinámica de la escuela. Para la Unesco, la manera en que se convive es cultural y es construida; además, contribuye a generar una vivencia de predictibilidad y seguridad, lo que no significa que no se presenten discrepancias, disensos y posiciones subversivas. El convivir de personas en grupos e instituciones es un proceso constructivo donde ocurren transacciones, negociación de significados, elaboración de soluciones, etc. Este convivir va creando un significado común construido históricamente, de naturalidad y predictibilidad, que genera un sentido de familiaridad, un “así son las cosas y un así se hacen las cosas”, que llega a formar parte de la identidad del grupo y de quienes participan en él. Es así como convivir en una u otra institución, supone convivir en el marco de una identidad de grupo.
Barquero Brenes, Ana Rocío (2014). LA MIRADA DEL DOCENTE SOBRE LA PROMOCIÓN DE LA CONVIVENCIA ENTRE LAS FAMILIAS DE SU ESTUDIANTADO. Revista Electrónica "Actualidades Investigativas en Educación", 14(3), 1-24. Recuperado de redalyc.org