Aprendizaje

Las funciones ejecutivas: hacia prácticas educativas que potencien su desarrollo

En las últimas décadas, la neuropsicología ha elaborado un importante cuerpo de conocimientos directamente vinculado a los procesos de aprendizaje humano que resulta central en el ámbito de la educación. Ellos proveen un marco de referencia sólido desde donde establecer la reflexión pedagógica didáctica y el diseño de estrategias y entornos de enseñanza adecuados a la heterogeneidad y diversidad de todos los estudiantes.  El constructo “Funciones Ejecutivas” refiere a los aspectos de la conducta más distintivos del ser humano, la capacidad de actuar en forma propositiva en el mundo físico y en contextos sociales de interacción variados, dinámicos y complejos. Un desempeño eficaz de las funciones ejecutivas puede verse alterado por diversas razones, entre ellas: vulnerabilidad social, trastornos del neurodesarrollo, trastornos de aprendizaje. Sin embargo, no siempre un desempeño poco eficaz responde a una disfunción sino a cuestiones evolutivas: su total desarrollo se completa aproximadamente en las tres primeras décadas de vida. Esta evolución depende de un programa genético, necesario, pero no suficiente, y de los estímulos y oportunidades que les provee el medio, las personas e instituciones de su entorno y la cultura. La educación formal tiene un rol significativo en la adquisición y perfeccionamiento en tanto provee de instancias sistemáticas de aprendizaje.

Existen investigaciones que demuestran el vínculo que existe entre el buen desempeño académico y el grado de desarrollo de las funciones ejecutivas. A modo de ejemplo, en el ámbito de los aprendizajes en matemáticas y ciencias, en que la comprensión y la construcción de conceptos y modelos, la experimentación, la resolución de problemas y la argumentación son requeridas, es fundamental un funcionamiento adecuado de las funciones ejecutivas, dada la necesidad de organizar y tomar decisiones. Para lograr introducir a la enseñanza formal y obligatoria las funciones ejecutivas, es necesario sensibilizar a los distintos actores del sistema educativo, así como generar insumos de reflexión sobre su importancia en todos los ciclos. Introducir en las prácticas educativas conocimientos y experiencias producidas en otros campos o medios, requiere de un profundo análisis y apropiación que facilite su transposición dadas las diferencias de lógicas, finalidades, lenguajes, culturas, actores y realidades.


Yoldi, Alejandra. (2015). Las funciones ejecutivas: hacia prácticas educativas que potencien su desarrollo. Páginas de educación, 8 (1), 72-98. Recuperado de scielo

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