Mucho se habla del trabajo docente, de la importancia del papel que juegan los profesores y las profesoras en virtud de mejorar la calidad de la educación. Sin embargo, para lograr esta tarea se requiere no solo ser profesor por poseer un título profesional que nos certifique como tal, sino que es necesario ser un profesor efectivo.
Ser efectivo en cualquier disciplina que se desempeñe implica cumplir los objetivos propuestos, es decir ser eficaz, a través del mejor método y optimizando al máximo los recursos disponibles, es decir ser eficiente. La efectividad, entonces, corresponde a la combinación ideal entre eficacia y eficiencia. En el campo docente, podríamos entender a un profesor o profesora como efectivo si es capaz de lograr que sus estudiantes alcancen los objetivos de aprendizaje, en el tiempo establecido y optimizando los recursos didácticos con los que se cuenta.
Lograr dicha tarea indudablemente es complejo, requiere de un gran compromiso y vocación por parte de los docentes, pero también implica preparación y la búsqueda permanente de las mejores estrategias que favorezcan el desarrollo de una práctica pedagógica efectiva. En la medida que estas estrategias se apliquen de manera sistemática y metódica pasan a formar parte del repertorio conductual con el que el profesor se enfrenta a su tarea, por tanto, se transforman en hábitos adquiridos por el docente para realizar su trabajo de la manera más efectiva posible. En el siguiente artículo compartimos once hábitos que pueden hacer que un profesor o profesora aumente la efectividad en su desempeño laboral.
Once hábitos de un profesor efectivo
Consejos para docentes que quieren hacer sus clases más divertidas para sus alumnos y para ellos mismos.
Carrie Lam, educadora canadiense afirma que “una labor muy apreciada es la del maestro que se apasiona por la enseñanza, el docente que es feliz todo el tiempo con su trabajo, aquel que los niños amarían tener, y que sus alumnos recuerdan por el resto de sus vidas”. Según Lam estos once trucos le ayudarán a cualquier profesor a ser más efectivo.
1. Disfrute enseñando
A pesar de los horarios extenuantes, el trabajo en los salones de clase debe ser para disfrutarlo. Usted será un maestro efectivo si le pone corazón a su labor, no puede esperar que sus alumnos se diviertan si usted no lo hace.
No se limite a leer textos: promueva que sus estudiantes participen en la lectura. Disfrute cada momento con sus alumnos.
2. Haga la diferencia
Hay un dicho que dice: si tiene gran poder, tiene más responsabilidad. Como maestro, usted necesita recordar la responsabilidad de su profesión.
Una de sus metas debe ser “hacer la diferencia”: haga sentir especiales a sus alumnos desde el momento que ingresen a las aulas. Incluso, ofrézcales su correo electrónico para resolver dudas cuando ellos estén haciendo tareas en casa.
3. Actúe positivamente
Lleve buena energía diariamente al salón de clase. No olvide sonreír. Deje los problemas afuera. No importa si usted está desanimado, triste o si no ha dormido mucho, sus estudiantes no tienen que conocer sus frustraciones.
4. Conéctese con sus alumnos
Esta es la parte más importante para ser un maestro efectivo. Deje que sus estudiantes conozcan sus habilidades e intereses y entérese de los de ellos.
Citar a los padres no debe ser una obligación sino un honor, éstos deben ser llamados para compartirles tanto los problemas como los logros de sus hijos.
5. Dé el 100 por ciento
Enseñe por el amor que le tiene a su profesión y no porque se sienta obligado a ello. Inspire a los demás con su buena labor.
6. Sea organizado
Organice con tiempo y cuidadosamente las actividades. Haga una lista de lo que necesita y un cronograma.
7. Tenga la mente abierta
Usted trata con diferentes tipos de personas: padres de familia, estudiantes, directivos y personal administrativo, entre otros, así que usted está siendo criticado y analizado por ellos, por eso esté abierto a nuevas ideas y diferentes pensamientos.
8. Fije estándares
Cree estándares de competitividad para usted y sus estudiantes. Indíqueles qué es aceptable y qué no. Ponga reglas de juego claras.
9. Busque inspiración
Las nuevas tecnologías son grandes aliados, consulte temáticas de interés en espacios como YouTube, Facebook, blogs, Pinterest y portales de educación.
10. Promueva el cambio
Evalúe fortalezas y debilidades y piense en estrategias de cambio.
11. Construya espacios reflexivos
Piense en las actividades diarias y reflexione sobre qué haría la próxima vez para mejorar. Los seres humanos no son perfectos, por tanto si usted falla tiene derecho a reivindicarse.
Fuente.