Orientaciones para la elaboración de normas de convivencia escolar adaptadas a la educación a distancia
El documento que compartimos en esta oportunidad fue elaborado por el Ministerio de Educación de Perú, con el objetivo de contextualizar las normas de convivencia escolar a la realidad de la educación a distancia, a la que nos hemos visto enfrentados a raíz del confinamiento como medida sanitaria contra el coronavirus. De acuerdo a las políticas públicas de dicho país, las normas de convivencia escolar se definen como un instrumento que contribuye a la promoción de la convivencia escolar democrática, a través del establecimiento de pautas de comportamiento y medidas correctivas. Cabe mencionar también, que, a pesar de corresponder a la realidad de Perú, su definición se asemeja bastante a la que se maneja en diferentes países de la región.
Que la convivencia escolar sea democrática significa que a través de las relaciones interpersonales se reconocen y se defienden, de forma proactiva, los derechos humanos de toda la comunidad educativa. Además, mediante la práctica, las/los estudiantes construyen experiencias de aprendizaje relacionadas con el ejercicio de la ciudadanía, la responsabilidad, la solidaridad y el respeto por la autoridad y las leyes. La formación en ciudadanía requiere que la convivencia escolar no solo sea un aprendizaje de aula, logrado en las sesiones o actividades de clases, sino una experiencia dinámica que se dé en todos los ámbitos de la vida escolar, y que involucre a todas y todos los integrantes de la comunidad educativa, con sus acciones, actitudes, decisiones y valores.
Es en ese sentido que deben comprenderse las pautas de comportamiento que señala la definición, las que están basadas en valores, actitudes, acciones y prácticas que la comunidad educativa espera de todas y todos sus integrantes, no solamente de las/los estudiantes.
Es un error común pensar que las normas de convivencia responden únicamente a las expectativas del personal de la escuela, referidas especialmente al comportamiento de las/los estudiantes. Sin embargo, ellas y ellos son parte del proceso de construcción de las normas. Las normas de convivencia buscan crear un clima de respeto, armonía, justicia y solidaridad entre todas las personas que participan de la vida escolar. Por lo tanto, se aplican siempre, y en cada momento, a la comunidad educativa en su conjunto: directivos, docentes y auxiliares, estudiantes, familias, así como al personal administrativo y de servicio. Estas normas están al servicio de las personas; es decir, su cumplimiento ayuda a cuidar y fortalecer aquellos principios que la escuela considera como más valiosos. Entendido ello, resulta válido preguntarse por el lugar que ocupa la disciplina en la escuela. Disciplina es lograr que los estudiantes hagan lo correcto sobre la base de un conjunto interiorizado de valores y convenciones, en lugar de hacerlo para recibir recompensas o evitar el castigo. En otras palabras, un estudiante disciplinado es aquel que autorregula su comportamiento a partir del aprendizaje y la asimilación de las normas de convivencia, y este aprendizaje se fortalece en la interacción social con personas que modelan y fomentan estas normas, sobre todo, los adultos de la escuela y la familia.
Ministerio de Educación (2021) ORIENTACIONES PARA LA ELABORACIÓN DE NORMAS DE CONVIVENCIA ESCOLAR ADAPTADAS A LA EDUCACIÓN A DISTANCIA. Gobierno de Perú. Recuperado de directivos.minedu.gob.pe