Convivencia Escolar

Política nacional de convivencia escolar

19 Enero, 2020

El documento que destacamos esta semana es la nueva Política Nacional de Convivencia Escolar, que impulsa el Ministerio de Educación de Chile, desde marzo del 2019. El objetivo de esta nueva política es orientar y fortalecer los procesos de enseñanza, de aprendizaje y de gestión de la convivencia escolar para el desarrollo de los ámbitos personal y social, y del conocimiento y la cultura, tanto de los estudiantes como del conjunto de la comunidad educativa. La necesidad de contar con una nueva política de convivencia escolar surge de los datos recogidos de diversas fuentes, como son: las denuncias generales ante la Superintendencia de Educación que, en el período 2017-2018, aumentaron un 26,7% aquellas sobre maltrato físico y psicológico al interior de las comunidades educativas; y los del Quinto Sondeo sobre Bullying (INJUV/2017), donde el 84% de los jóvenes entrevistados, declara haber visto o escuchado un episodio de bullying en su lugar de estudio, y el 60% afirma haber visto o escuchado malos tratos entre miembros de la comunidad educativa.

La convivencia se enseña y se aprende, por tanto, es fundamental que las políticas públicas y planes de mejora consideren la necesidad de intencionar la enseñanza y el aprendizaje de los modos de convivir. La convivencia escolar posibilita el aprendizaje de relaciones de respeto, de inclusión y de participación democrática, pero también de sus contrarios. En el establecimiento educacional se aprende a convivir, sea para favorecer la inclusión o para alimentar la discriminación, para aportar a la comunidad o para dañarla.  Se aprende a convivir según la experiencia de convivencia que se construye en la escuela y según cómo esa experiencia va decantando y haciéndose rutina en el comportamiento cotidiano de cada uno de los actores de la comunidad educativa. Por esta razón, la generación de ambientes inspiradores que faciliten el desarrollo de una convivencia respetuosa, inclusiva, participativa, colaborativa y orientada al bienestar de la comunidad, es un desafío muy importante para esta política y para el desarrollo cultural y ético del país.

La convivencia escolar debe inspirar, encantar e invitar a construir y vivir experiencias pedagógicas cargadas de sentido, donde se vuelva un imperativo el reconocimiento y la valoración de las identidades personales y el cuidado de todos. La convivencia se despliega en el dominio de la ética, porque el objetivo de esta es, precisamente, el discernimiento sobre las actividades humanas desde la perspectiva de la justicia y la búsqueda del bien común. Por esta razón, la Política Nacional de Convivencia Escolar se constituye en un horizonte ético de la política educativa, ya que invita a las comunidades a pensarse a sí mismas; a mirar qué, quién y cómo se aprende; a reconocer qué tipo de relaciones predominan en su quehacer cotidiano y a trabajar en forma conjunta por transformar esos modos de convivencia y así alcanzar objetivos compartidos en beneficio de los demás. Esta ética colectiva es una “ética del cuidado”: del cuidado de nosotros mismos, de los demás, de los bienes públicos, del entorno natural y del planeta. 


Ministerio de Educación de Chile (2019) Política Nacional de Convivencia Escolar. División de Educación General. Convivencia Escolar. Recuperado de convivenciaescolar.mineduc

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