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Preparación de objetivos de aprendizaje

30 Diciembre, 2019

El artículo que compartimos trata respecto de la adecuada preparación de los objetivos de aprendizaje en el contexto de una planificación efectiva, que tienda a la construcción de aprendizajes significativos por parte de los estudiantes. En Chile, la Ley General de Educación establece que la categoría de prescripción curricular son los Objetivos de Aprendizaje (OA), que en su formulación relacionan las habilidades, los conocimientos y las actitudes que debieran evidenciar cuál es el aprendizaje que el estudiante debe lograr. Se conforma así un currículum centrado en el aprendizaje, que declara explícitamente cuál es el foco del quehacer educativo. Las Bases Curriculares definen dos categorías de Objetivos de Aprendizaje que, en su conjunto, dan cuenta de los conocimientos, las habilidades y las actitudes que los alumnos deben aprender para satisfacer los objetivos generales para cada nivel educativo, de acuerdo a lo que indica la ley. Estos son Objetivos de Aprendizaje Transversales para todo el ciclo y Objetivos de Aprendizaje por curso y asignatura.

Los Objetivos de Aprendizaje Transversales para el ciclo, son aquellos que derivan de los Objetivos Generales de la ley y se refieren al desarrollo personal y a la conducta moral y social de los estudiantes. Por ello, tienen un carácter más amplio y general; se considera que atañen al nivel completo y que su logro depende de la totalidad de los elementos que conforman la experiencia escolar, tanto en el aula como fuera de ella, sin que estén asociados de manera específica a una asignatura en particular. Por su parte, los Objetivos de Aprendizaje por curso y asignatura, son objetivos que definen los aprendizajes terminales esperables para una asignatura determinada para cada año escolar. Los Objetivos de Aprendizaje se refieren a habilidades, actitudes y conocimientos que buscan favorecer el desarrollo integral de los estudiantes. Ellos se ordenan en torno a los objetivos generales que establece la Ley General de Educación para el ámbito del conocimiento y la cultura, pero también se enfocan al logro de aquellos que se refieren al ámbito personal y social; de este modo, se busca contribuir a la formación integral del estudiante desde cada una de las áreas de aprendizaje involucradas.

Recordando los aspectos que conforman un objetivo de aprendizaje, cabe mencionar que las habilidades son capacidades para realizar tareas y para solucionar problemas con precisión y adaptabilidad. Una habilidad puede desarrollarse en el ámbito intelectual, psicomotriz, afectivo y/o social. Por su parte, los conocimientos corresponden a conceptos, redes de conceptos e información sobre hechos, procesos, procedimientos y operaciones. La definición contempla el conocimiento como información (sobre objetos, eventos, fenómenos, símbolos) y como comprensión; es decir, la información integrada en marcos explicativos e interpretativos mayores, que dan base para discernimiento y juicios. Por último, las actitudes son disposiciones aprendidas para responder, de un modo favorable o no favorable, frente a objetos, ideas o personas; incluyen componentes afectivos, cognitivos y valorativos que inclinan a las personas a determinados tipos de acciones. En las Bases Curriculares los conocimientos, las habilidades y las actitudes se abordan de forma integrada.

Luis A. Branda (1994) McMaster University. Canada. (2000) Universidad Nacional del Sur. Argentina. Tomado del apartado Documentos Significativos para la Implementación de los Nuevos Planes de Estudio de Grado de las Titulaciones de Ciencias de la Salud publicado por la asociación de profesores universitarios de medicina física y rehabilitación- APUMEFYR. España. Recuperado de udc.es

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