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Recomendaciones para una buena escritura
27 Noviembre, 2018
Escribir bien es considerado por muchos un arte, sin embargo es común leer escritos que evidencian la escasa importancia que hoy en día se le da a una buena redacción, aún cuando de esto depende la interpretación que el lector le puede dar al texto. Para poder escribir correctamente y redactar en forma fluida, es preciso conocer y dominar ciertas reglas gramaticales, así como manejar un amplio vocabulario.
El manejo de las palabras, signos de puntuación y ortografía son las partes fundamentales de cualquier escrito. Una palabra mal escrita o un signo de puntuación mal ubicado podría hacer que el lector no solo no comprenda correctamente el mensaje que se deseaba trasmitir, sino que lo interprete de manera absolutamente equívoca. El siguiente ejemplo nos muestra una clara idea sobre la importancia de escribir bien: ‘Salvarlo, no matarlo’ ‘Salvarlo no, matarlo’. Como se aprecia, la posición de un signo de puntuación puede hacer que el significado de un escrito varíe de forma transcendental. En la primera frase el lector puede comprender que deben salvar a alguien, no matarlo, mientras que en la segunda frase se entiende la idea opuesta, no se le debe salvar sino matar. La importancia de escribir bien es evidente puesto que es clave en el desarrollo de procesos efectivos de comunicación. Escribir bien es un arte, hará que nuestras ideas sean comprendidas tal y como nosotros las ideamos. Para lograrlo es necesario dominar reglas lingüísticas y tener una excelente ortografía, lo que se obtendrá solo con el hábito de leer frecuentemente todo tipo de textos y con la práctica permanente de la escritura.
En el ámbito docente, la buena redacción y dominio de excelente ortografía debiera ser un requisito indispensable, debido a que los profesores son los primeros llamados a ser modelos de escritura para sus estudiantes. Ellos aprenderán a escribir bien escribiendo y leyendo, pero mediados por un adulto que se caracterice por ser un lector y escritor competente. Por tanto, los docentes tenemos la obligación de conocer nuestro idioma y la forma correcta de escribir las palabras, sólo así podemos hablar de docentes bien preparados para enfrentar los problemas de lenguaje de los alumnos. De acuerdo con Carmen Galindo, la persona que tiene como trabajo redactar un texto debe percibirse como un artesano produciendo un objeto. El texto es el objeto del redactor. Tanto el artesano como quien escribe deben conocer, lo más profundamente posible, sus herramientas y la materia que deben vencer, ya que deberán hacerlo de una manera práctica, concreta.
Con el propósito de contribuir en la mejora de la redacción, tanto de profesores como de estudiantes, compartimos como recurso didáctico un documento que contiene algunas recomendaciones para una buena redacción. El documento fue elaborado por el departamento de recursos humanos de la Universidad San Martín de Porres, Perú, con el objeto de que sus funcionarios mejoren su redacción. Los aportes que proporciona son extensivos a todos los niveles educativos y pueden contribuir a mejorar la calidad de la escritura de cualquier persona.
Fuente.