Gestión y Liderazgo

Una dirección escolar para el cambio: del liderazgo transformacional al liderazgo distribuido

En este artículo que destacamos se hace una revisión de la investigación sobre dirección escolar para el cambio, partiendo de los primeros momentos de la investigación y llegando a la promisoria idea del liderazgo distribuido. Con ello se busca poner en primer término del debate técnico y político la necesidad de redoblar los esfuerzos por conseguir un modelo de dirección que contribuya a conseguir una escuela de calidad para todos. La investigación y la experiencia han evidenciado que el comportamiento y la actitud de la persona que asume las funciones de dirección en la escuela son un elemento fundamental que determina la existencia, la calidad y el éxito de procesos de cambio.

La literatura sobre dirección para el cambio se ha multiplicado en estos años, fundamentalmente en el ámbito anglosajón. Quizá como un indicador no sólo del interés y la importancia de esta temática, sino también de lo difícil de encararlo con éxito. Las paradojas, dilemas y complejidades que subyacen hacen que sea un ámbito escurridizo, difícil de aprehender en su globalidad. El concepto de liderazgo transformacional no se relacionó expresamente con el ámbito escolar en un principio.  La aplicación de este tipo de liderazgo a la escuela se basa en tres constructos: la habilidad del director para fomentar el funcionamiento colegiado; el desarrollo de metas explícitas, compartidas, moderadamente desafiantes y factibles; y la creación de una zona de desarrollo próximo para el directivo y para su personal. La evidencia de este liderazgo se encuentra, por tanto, en los medios que los directores usan para generar mejores soluciones a los problemas de la escuela, para desarrollar en los profesores compromisos con la puesta en marcha de esas soluciones, y para fomentar el desarrollo del personal. Este tipo de liderazgo, parte de la contribución de los directivos escolares al logro de objetivos vinculados al cambio cultural y a la resolución de problemas organizativos. Se caracteriza por ser un proceso dinámico y generador de cambios.

Tras el concepto de liderazgo transformacional, surgen una serie de propuestas que, partiendo de él, pretenden superarlo aportando nuevos elementos. El liderazgo distribuido es un nuevo marco conceptual para analizar y enfrentar el liderazgo escolar. Supone mucho más que una simple remodelación de tareas, significa un cambio en la cultura. Una cultura que implica el compromiso y la implicación de todos los miembros de la comunidad escolar en la marcha, el funcionamiento y la gestión de la escuela. El liderazgo distribuido aprovecha las habilidades de los otros en una causa común, de tal forma que el liderazgo se manifiesta a todos los niveles. Este planteamiento supone una profunda redefinición del papel del director quien, en lugar de ser un mero gestor burocrático, pasa a ser agente de cambio que aprovecha las competencias de los miembros de la comunidad educativa en torno a una misión común. Este ejercicio de dirección como liderazgo se ve como una práctica distribuida, más democrática, dispersada en el conjunto de la organización, en lugar de ser algo exclusivo de los líderes formales, del equipo directivo.


Murillo Torrecilla, F. Javier (2006). Una Dirección Escolar para el Cambio: del Liderazgo Transformacional al Liderazgo Distribuido. REICE. Revista Iberoamericana sobre Calidad, Eficacia y Cambio en Educación, 4(4),11-24. Recuperado de redalyc

Suscríbete a nuestro boletín

Newsletter