“Pictolomi” es un software que invita a los niños a jugar y a aprender usando una tablet o un teléfono móvil. El funcionamiento es a través de la modalidad de abrir un dibujo, describir lo que se ve y ordenar una oración. ¿Cómo?: “Hagámoslo juntos” es la invitación que hace el programa.
Se trata de un proyecto desarrollado por estudiantes de Ingeniería en Computación e Informática de la Universidad Católica del Norte (UCN), quienes buscaron contribuir a la enseñanza de niños que presentan Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Los jóvenes visitaron el aula de los pequeños donde detectaron una necesidad y así crearon un innovador software que, a través de pictografías digitalizadas, ayuda a potenciar el desarrollo del lenguaje a nivel semántico, favoreciendo a los menores que atiende la Oficina de Integración para Personas con Discapacidad (OID) de la Municipalidad de Antofagasta.
El trabajo consideró la implementación de la herramienta informática con el objetivo de fomentar el uso de tecnología en la sala de clases y disminuir costos en materiales, con la ventaja de incluir la automatización de las terapias con niños.
El primer prototipo está siendo aplicado por profesores que pueden hacer su trabajo de forma más ágil y entretenida, motivando el interés de sus alumnos.
“Pictolomi”, que lleva el nombre de la mascota del software junto con el elemento básico que dio origen al proyecto que es el pictograma, tiene sonidos de refuerzo positivo, además de ser ágil y entretenido.
El Dr. Víctor Flores, académico de la asignatura “Taller de Programación” del Departamento de Ingeniería de Sistemas y Computación de la UCN, explicó que los jóvenes usaron la metodología “Aprendizaje Más Servicio” (A+S), consistente en un trabajo estudiantil orientado a un socio comunitario.
SOFTWARE
Los estudiantes desarrollaron una herramienta innovadora en el contexto nacional, que replica la forma de trabajo de una terapeuta del lenguaje, para ser utilizado en un tablet. “Hicimos un desarrollo informático, logrando un prototipo que consiste en la misma actividad del aula, pero digital”, precisó.
El académico comentó que los niños se llevan muy bien con la tecnología, y es más atractivo para ellos una tableta o un teléfono inteligente, que la forma tradicional de aprendizaje.
“Por primera vez aplicamos la modalidad A+S desde el comienzo de una asignatura. Ha sido una gran experiencia con bastante trabajo, pero los resultados son significativamente buenos. Hay cero abandono de la asignatura y he observado que los estudiantes del quinto semestre se involucran mucho más, teniendo contacto directo con un socio comunitario, porque ayudan a los demás en casos reales. Esto los motiva a realizar sus proyectos en forma más activa”, precisó.
El estudiante Diego Saavedra Tapia señaló que se siente favorecido con la oportunidad de realizar una asignatura con una institución. “En un comienzo, me preocupó el hecho de realizar una aplicación para un espacio que no conocíamos directamente, y además, con el objetivo de implementarla. Lo logramos y ha sido una experiencia que nos beneficiará al llegar a una práctica profesional. Fue un servicio que quisimos prestar ante la necesidad de la OID de adaptarse a nuevas tecnologías, simplificar su trabajo y hacerlo más amigable para los niños y las profesionales en sus tareas de enseñanza”, comentó.
La aplicación, desarrollada por los estudiantes Sebastián Jara, Kevin Araya, René Roa y Diego Saavedra, con la guía del académico Víctor Flores, doctor en Informática y especialista en inteligencia artificial, tiene, según sus autores, mucho potencial y futuro, y se puede mejorar y realizar mantención.
DESAFÍO
Los jóvenes describieron la experiencia como un desafío importante en su carrera y en su formación profesional integral, que les permitió trabajar en equipo, asumir responsabilidades conociendo situaciones reales y, entre otros aspectos, contribuir a la inclusión, tema no muy conocido por ellos hasta el momento de iniciar el proyecto.
Señalaron que las asignaturas de la especialidad les han entregado las herramientas y habilidades que les ayudan a relacionarse con el entorno. Todo esto significa para los futuros ingenieros la satisfacción de poder aportar al desarrollo de los demás.
La iniciativa fue destacada por Claudia Lepe, coordinadora de Innovación Pedagógica del CIMET (Centro de Innovación Metodológica y Tecnológica) de la UCN, quien señaló que esta modalidad es un trabajo articulado con ese centro, en el cual los futuros profesionales están ayudando a la comunidad facilitando la inclusión.
En tanto, Vianca Vega, jefa de la carrera de Ingeniería Civil en Computación e Informática, resaltó la iniciativa de los estudiantes y su integración a un tema de interés para la sociedad, como es la inclusión, aportando desde sus conocimientos.
La fonoaudióloga de la OID, Paola Jaque, valoró el trabajo, mencionando que los jóvenes universitarios van a generar un cambio en la cadena de colaboración a la comunidad. “Son pocas las instituciones que nos visitan y nos ayudan de manera gratuita. Esta aplicación los niños también la pueden usar en la casa y puede ser de utilidad en distintas partes del mundo”, dijo la profesional.
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