Convivencia Escolar

Convivencia escolar y habilidades sociales

Escrito por: Mtra. María Juana Berra Bortolotti y Mtro. Rafael Dueñas Fernández. Facultad de Psicología-BUAP. Centro Escolar Lic. Miguel Alemán

En este trabajo se realiza una reflexión sobre la importancia de la convivencia humana dentro de la comunidad educativa, como uno de los grandes temas a repensar en la elaboración de proyectos educativos de centro. Una convivencia que no se da por si misma, sino que se construye día a día en el aula, en la relación del maestro con el alumno y dentro del grupo. Que se expresa en todos los espacios y tiempos escolares en la promoción o no de habilidades sociales como un aspecto esencial del desarrollo humano integral de todos los actores educativos, especialmente de niños y jóvenes.

Y esto es así porque no hay posibilidad de vivir sin convivir
(Xasus 2006)

La convivencia escolar permite el desarrollo integral de los niños y jóvenes en su proceso de integración a la vida social, en la participación responsable en la vida ciudadana y en el desarrollo de su propio proyecto de vida.

Abordar la conveniencia en la escuela como parte de la formación de los sujetos que enseñan-aprenden, posibilita el desarrollo de competencias personales y sociales, para aprender a ser y a convivir juntos que se transfieren y generalizan a otros contextos de educación y de desarrollo humano.

La coexistencia de los seres humanos ya está dada socialmente, pero la convivencia hay que construirla y comprende entre otros muchos factores un proceso de enseñanza-aprendizaje. Como señala Jiménez Romero (2005) la
convivencia es un arte que involucra aprendizaje. Para este mismo autor la convivencia implica a dos o más personas que son diferentes en su relación, en la que siempre intervienen otros y que además está sujeta a cambios incesantes.

Exige adaptarse a los demás y a la situación.

La operacionalización de la convivencia incluye el establecimiento de normas, no solo enfatizando el respeto y la tolerancia a lo diferente, sino a lo que nos une, en lo que se converge: un espacio, un tiempo, tareas, responsabilidades, recursos.

Comprenden un cambio de actitudes, la regulación de los conflictos y la identificación de las personas con la convivencia grupal o colectiva.Como explica Savater (2004) la diferencia entre las personas es un hecho, pero la verdadera riqueza humana no es la diferencia, sino por el contrario es la semejanza.

El hecho de que se proponga el modelo de convivencia como una situación ideal para el desarrollo humano, no implica negar la existencia de la no convivencia como modelo de hostilidad y violencia, o del modelo de coexistencia como una situación intermedia entre ambos (Jiménez Romero-2005).

Todas las sociedades y culturas tienen elementos de estos tres modelos, como momentos de transición y cambio social, que se reflejan en las diversas instituciones sociales, cuya principal función es la socialización de sus miembros especialmente en el grupo familiar y en los centros educativos formales o no formales.

Para Jiménez Romero (2005) La convivencia humana se caracteriza por dos cuestiones:

a) Lo relacional: existen interacciones positivas y estrechas entre los sujetos. Que se manifiestan por los valores compartidos de respeto y tolerancia, la participación y la creación de espacios de comunicación.

b) Lo compartido: El espacio, la normatividad legal, la pertenencia política, o cultural, que nos da una clara consciencia de que aunque somos diferentes somos semejantes en otros aspectos, como ciudadanos de un país, miembros de un barrio, o escuela que son de todos y todos debemos trabajar para mejorarlos, con la actuación de estos diferentes roles, creencias y símbolos compartidos, que nos dan identidad y pertenencia.

La convivencia escolar

La convivencia escolar para el Ministerio de Educación de Chile (2002) se entiende como: “El proceso de interrelación entre los diferentes miembros de un establecimiento educativo. No se limita a la relación entre personas, sino que incluye a las formas de interacción de los diferentes estamentos que conforman la comunidad educativa, por lo que constituye una construcción colectiva y de responsabilidad de todos los miembros y actores de la comunidad educativa.

Para Ortega y colaboradores (1998) El centro educativo debe ser mirado como una comunidad de convivencia en la que se inscriben distintos microsistemas sociales; el del alumnado, el que compone el profesorado, las familias, o la propia comunidad social externa .Esta perspectiva sistémica nos permite una mirada global y comprensiva de la comunidad educativa, considerando el conjunto de actores y factores que inciden en la coexistencia escolar.

La interacción de los diferentes contextos humanos que como subsistemas educativos configura la dinámica social del centro pueden ser analizados por los patrones de actividad, roles y relaciones interpersonales que cada una las personas experimentan. Este análisis tiene el propósito de comprender el funcionamiento y desarrollo de los seres humanos en este contexto de educación formal (Bisquerra 1998).

A partir de una perspectiva ecológica sistémica es necesario establecer dos planos de análisis; el de las relaciones interpersonales y el plano de la actividad, la confluencia de ambos planos como señala Ortega y colaboradores (1998) dan sentido a la convivencia humana con una significación cultural y social.

a. El plano de las Relaciones Interpersonales. Se refiere a la interacción de los diferentes contextos de educación y desarrollo humano (principalmente escuela y la familia) donde se analizan los procesos de comunicación, emociones valores, así como los roles, estatus y poder en la interacción de los diferentes subsistemas, en el desarrollo de las habilidades sociales en el espacio escolar.

b. El plano de la Actividad, es decir el análisis de las tareas que cada uno de los actores educativos realiza para cumplir con las intenciones del curriculum escolar. Estas tareas que se manifiestan en el proceso de enseñanza-aprendizaje, que no implican solo una actividad instructiva en el saber y el hacer de conocimientos científicos , sino también un aprender a
vivir y convivir con otros seres humanos.

Es importante reflexionar que la convivencia escolar no solo implica a la organización y funcionamiento de la institución, al establecer líneas generales de convivencia estas se reflejan en las relaciones interpersonales en el aula en la promoción o no de habilidades sociales que trascienden los muros escolares para manifestarse en los diferentes espacios de vida de los alumnos (la calle, el hogar, el trabajo y la comunidad en general.
Al mismo tiempo los proyectos de convivencia como una herramienta didáctica posibilitan propuestas de intervención preventivas beneficiando muchos aspectos de la tarea de enseñanza- aprendizaje así como bienestar personal, escolar, familiar o profesional de todos los actores educativos, principalmente a través del desarrollo de habilidades sociales.

Las Habilidades sociales como elementos de la competencia personal y social son entendidas por Combs y Slaby (en García Jiménez García pastor y Rodríguez Gómez, s/f) quienes llegan a conceptualizarla como la " capacidad para interactuar con los demás en un contexto social dado de un modo determinado que es aceptado y valorado socialmente y, al mismo tiempo, personalmente beneficioso, mutuamente beneficioso, o principalmente beneficioso para los demás" en los diferentes contextos de educación y desarrollo humano formales o no formales.

Convivencia, Habilidades Sociales y temas transversales

En esta propuesta hemos ido señalando la importancia de los proyectos para la convivencia en los diferentes centros educativos, sin embargo es importante considerar que la convivencia institucional está vinculada a temas significativos que se relacionan con el desarrollo de habilidades sociales en el aula como son los temas transversales.

Para López Gómez (2001) los temas transversales tienen un valor fundamental, tanto para el desarrollo personal e integral de los alumnos, como para un proyecto de sociedad más libre y pacífica, más respetuosa hacía los demás y, también, hacia la propia naturaleza que constituye el entorno de la sociedad humana.

Los Temas Transversales como temas educativos responden a determinados problemas sociales y están presentes en las distintas áreas curriculares, abordados desde una perspectiva moral (Muñoz de la Calle 1997). Desde estos contenidos transversales se permea el proceso de enseñanza- aprendizaje con un enfoque holístico que descubre las actitudes, valores y normas que el hombre actual requiere para humanizarse y humanizar a los que lo rodean.

Los Temas Transversales deberán promover la comprensión de la compleja naturaleza humana que es un objetivo esencial de la educación, educación que promueva la comprensión mutua entre humanos, tanto próximos como extraños (Morín, 2000). Para la democratización de la convivencia humana Bajo el concepto de transversalidad se han agrupado ocho temas principales:

• Educación ambiental
• Educación para la salud sexual
• Educación vial
• Educación para la paz
• Educación para la igualdad de oportunidades
• Educación del consumidor
• Educación multicultural

Los temas se identifican con grandes valores democráticos de igualdad y justicia, que representan las aspiraciones de seres racionales y valorativos, para una vida auténticamente humana, que nos permiten pasar de la coexistencia a la convivencia y evitar la hostilidad y violencia en el aula.

El nuevo planteamiento curricular que suponen los temas transversales, nos obligan a preguntarnos, sobre cuál es la relación entre ellos y el desarrollo de las habilidades sociales en el aula. La posible respuesta puede ser que estos temas responden a un gran desafío que la sociedad actual demanda al sistema educativo, que se traduce en un reto para el desarrollo humano integral, donde las habilidades sociales son de suma importancia para la promoción de las competencias personales y sociales como futuros ciudadanos. (Ferrini, 1997).

Poner en práctica propuestas de habilidades sociales en un aula de convivencia no es fácil, es necesario transformarla mediante un aprendizaje significativo y dialógico, que ofrezca un conjunto de reflexiones críticas, creativas y éticas de las problemáticas y posibilidades del desarrollo personal y social en la inclusión de estos temas transversales en el proyecto curricular de los diferentes niveles educativos. La intencionalidad y la orientación axiológica de estos contenidos transversales es lograr una educación democrática en el aula centrada en la participación critica de todos sus miembros y la toma de decisiones conjunta de los docentes y el grupo, donde ambos actores se sientan comprometidos con su proceso de enseñanza- aprendizaje reconociendo la importancia de conectar el conocimiento académico y el interpersonal con la vida cotidiana, propiciando estilos de vida saludables en una sociedad más democrática (Nieves Álvarez 2000).

Bibliografía: 
• Álvarez M. N (2000). Valores y temas transversales en el curriculum Barcelona: Grao; Laboratorio Educativo
• Bisquerra Rafael (2001) Educación emocional y Bienestar. España: Ed. CISS/Praxis
• Cárdenas González V y Pérez Ramos M (s/f) Habilidades sociales y Habilidades docentes. Revista Xictli de la Unidad UPN094.D.F, México. En Internet: www.unidad 094.upn.mx • Ferrini Rita. (1997) La Transversalidad del curriculum.
• Freire Paulo (1993) La Pedagogía de la Esperanza. México .Ed. Siglo XXI Editores
• Fundación Formación y Empleo (1997) Guía de desarrollo personal y social para la intervención con Jóvenes .Ed. FOREM • García Jiménez, García Pastor y Rodríguez Gómez (s/f) LIMITACIONES DEL CONSTRUCTO “HABILIDADES SOCIALES” PARA LA ELABORACIÓN DE UN MODELO DE INTERVENCIÓN SOCIAL EN EL AULA. España. Universidad de Sevilla
• Jiménez Romero (2005) Convivencia Intercultural de la Ciudad de Madrid. España. Cuadernos de Observatorio de las migraciones de la Convivencia intercultural de la Ciudad de Madrid .Punto de Vista No 1. En internet www.munimadrid.es • López Gómez J. (2001) Seminario de Habilidades Sociales. Plan de mejora de la convivencia.
• Ministerio de Educación MINEDUC (2004) Convivencia Escolar: metodologías de trabajo en para las escuelas y liceos. Ed. MINEDUC Gobierno de Chile.
• Morín, Edgar (2000), “Los siete saberes necesarios para una educación del futuro”, UNESCO.
• Muñoz De la Calle A. (1997) Temas transversales del curriculum educativo Actual. Revista compútense de educación vol. 8 no 2. Universidad compútense de Madrid
• Paula Pérez I (2000) Habilidades Sociales: Educar hacia la Autorregulación. España. Ed. Horsori
• Ortega y colaboradores (1998) La convivencia escolar: Que es y cómo abordarla. España: Consejería de Educación y Ciencia • Vogliotti y Maccchiarola (s/f) Una propuesta de formación docente desde la Pedagogía de la Autonomía. Argentina: Universidad de Rio Cuarto Argentina
• Xesus R Jares (2006) La Pedagogía de la convivencia. Barcelona. Ed. Grao.

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