Inclusión
Inclusión en la clase: deudas y desafíos
27 Septiembre, 2012
Escrito por: Claudia Turri. Argentina
"En un contexto caracterizado por fenómenos de inclusión y exclusión social y educativa, se presente un panorama sobre las respuestas del sistema educativo a las diferentes características y necesidades de los alumnos, a través de un recorrido desde el nivel inicial hasta el nivel superior no universitario.”Si se considera a la inclusión coma la oposición a cualquier forma de segregación a separación de los sujetos, resulta relevante preguntarse acerca de la eficiencia de las respuestas del sistema educativo para garantizar que este principio sea una realidad. Cuando aplicamos este concepto para comprender cómo se atiende la diversidad en el aula, es habitual advertir la posición que considera las dificultades en la escuela coma consecuencia del déficit del alumna; par el contrario, es menos común que las instituciones se pregunten par que fracasan a la hora de educar a determinados alumnos. Estos datos de la realidad llevan a revisar la forma de organizar las instituciones educativas y las formas de enseñar en el aula, para dar la misma calidad de educación que reciben los niños que no tienen desventajas alas niños discapacitados, alas niños de la calle, alas niños de minorías étnicas y alas niños de zonas desfavorecidas a marginales. Desde esta perspectiva, la escuela inclusiva se propone recibir a todos los niños y jóvenes, independientemente de sus condiciones físicas, intelectuales, sociales, emocionales, lingüísticas, étnicas u otras. Ello implica enfrentar el reto de desarrollar una pedagogía capaz de educar con éxito a todos los niños y jóvenes, teniendo en cuenta sus diferentes características y necesidades. Tal como plantea Arnaiz Sánchez (2003), un grupo muy importante de alumnos fracasa en el sistema educativo porque lo que allí acontece no tiene sentido para ellos, son alumnos que se encuentran en los márgenes de las escuelas, luchan con contenidos académicos que les resulta difícil adquirir, su comportamiento social es cuestionado porque sus contextos de referencia son desordenados o arriesgados, y desafían al docente al limite de sus habilidades y compromiso con la tarea. "La gravedad de la situación es tal en algunos contextos, que estos alumnos son 'castigados', discriminados doblemente: primero por la desventaja que sufren debido su condición social, manera de ser..., y después por las prácticas de marginación a que son sometidos en el marco escolar" (Arnaiz Sánchez, 2003). En el mismo sentido, Blanco (1999) sostiene que el objetivo fundamental de la educación inclusiva es "incluir a los excluidos y alcanzar a los inalcanzables". A través del respeto y la valoración de las diferencias, la escuela ofrece la posibilidad de conocer y convivir con personas que tienen dificultades, situaciones y modos de vida distintos, de manera de establecer lazos de cooperación y solidaridad que enriquezcan a todos. Dentro de este encuadre, se presenta un planteo critico acerca de una serie de dispositivos implementados por el sistema educativo para garantizar las mismas oportunidades de educación a todos los alumnos, pero que, depende de como sean empleados, pueden llegar a reproducir las pautas de desigualdad existentes, acentuando en muchos casos la brecha entre los grupos más y menos favorecidos.