Inclusión

Alumnos con dislalia: evaluación e intervención

27 Septiembre, 2012

Escrito por: Elisabeth Rodríguez Cuello. Badajoz. España
"La dislalia es el trastorno en la articulación de los fonemas o grupos de fonemas que más nos podemos encontrar en el aula. Es por ello que se requiere de la intervención del maestro de audición y lenguaje para corregir los problemas que a nivel de lenguaje tengan los alumnos que padecen este trastorno.”

1. Introducción

La dislalia es un trastorno articulatorio muy común en edad escolar. Cuanto antes se trate o se intervenga con el niño/a, el resultado será más positivo. Para ello, se debe contar con la colaboración del especialista de Audición y Lenguaje (A.L.) que se encargará de evaluar, intervenir y llevar a cabo un seguimiento del alumno/a, contando con la participación del tutor/a, los demás especialistas que intervengan con el niño/ y la familia. De esta manera el resultado será más eficaz.

2.Definición

Como he dicho anteriormente, la dislalia es el trastorno en la articulación de los fonemas o grupos de fonemas por alteraciones funcionales de los órganos periféricos del habla: lengua, labios, paladar, mejillas y dientes. Puede afectar a cualquier consonante o vocal y son muy frecuentes en la infancia, sobro todo en los primeros años escolares. Con una adecuada intervención la mayoría de ellas desaparecen.

3.Trastornos del habla

La dislalia se encuadra dentro de los trastornos del habla que se clasifican en alteraciones de la voz, alteraciones de la articulación y alteraciones de la fluidez verbal. Dentro de las alteraciones de la voz podemos hablar de afonía (pérdida total de la voz), disfonía (alteración de la voz por trastorno orgánico o por un mal uso de la voz), laringofonías (disfonías de la laringe) y rinofonías (alteraciones de la resonancia). En cuanto a las alteraciones de la articulación nos encontramos con las dislalias, disglosias (“trastornos de la articulación de origen no neurológico central y provocado por lesiones físicas o malformaciones de los órganos articulatorios periféricos”. Gallardo y Gallego 2000) y disartrias (debida a lesiones en el Sistema Nervioso Central y a enfermedades de los nervios o músculos de la lengua, faringe y laringe). Por último están las alteraciones de la fluidez verbal donde hay que hablar de la disfemia o tartamudez que es un trastorno de la fluidez verbal que se caracteriza por repeticiones o bloqueos espasmódicos que afectan al ritmo del lenguaje.

4.Clasificación de la dislalia

Según las causas podemos clasificar las dislalias en:
Dislalia evolutiva: coincide con una fase en el desarrollo del lenguaje en la que el niño/a no articula o distorsiona algunos fonemas. Normalmente desaparece con el tiempo y no se debe intervenir antes de los cuatro años. Dislalia audiógena: es debida a una deficiencia auditiva. El niño/a no oye bien y, por tanto, no articula correctamente, confundiendo fonemas parecidos pues no tiene una correcta discriminación auditiva. Dislalia orgánica: su causa es de tipo orgánico. Si está afectado el Sistema Nervioso Central (SNC) recibe el nombre de DISARTRIA, (alteración del lenguaje muy común en deficientes motóricos). Y si se refiere a anomalías o malformaciones de los órganos del habla (labios, lengua, paladar, etc…) se llama DISGLOSIA. Dislalia funcional: es debida al mal funcionamiento de los órganos articulatorios. El niño/a no usa correctamente dichos órganos al articular un fonema sin que exista causa orgánica. Las causas pueden ser:
  • Escasa habilidad motora de los órganos articulatorios.
  • Dificultades en la percepción del espacio y el tiempo.
  • Falta de comprensión o discriminación auditiva.
  • Factores psicológicos. Factores ambientales.
  • Factores hereditarios. Deficiencia intelectual.
 

4.1. Tipos de errores.

Las dislalias pueden darse por distintos tipos de errores. SUSTITUCIÓN: cuando el niño/a articula un fonema en lugar de otro que le es difícil pronunciar o puede ser, también, que se dé un error en la percepción auditiva y no discrimine entre los dos fonemas. Dicha sustitución se puede dar en cualquier posición dentro de la palabra. Las sustituciones más frecuentes son: /l/, /d/, /g/ y /r/ en lugar de /rr/; /t/ por /k/; sinfón (grupo consonántico formado por una oclusiva o F más una líquida) con /r/ por /f/ y /d/ por /l/. Por ejemplo: “deche” en lugar de “leche”. DISTORSIÓN: se produce cuando el niño/a emite un sonido de forma distorsionada e incorrecta. Suele deberse a una posición incorrecta de los órganos articulatorios, a una falta de control del soplo, a la falta de vibración de las cuerdas vocales, etc… OMISIÓN: se da cuando el niño/a no articula los fonemas que no domina, por lo que los omite en sus emisiones. Por ejemplo: “cuato” en lugar de “cuarto” INSERCIÓN: se produce cuando el niño/a añade un fonema para articular otro más dificultoso. Por ejemplo: “palato” en lugar de “plato”.

5. Evaluación de las dislalias

La evaluación la llevará a cabo el maestro/a de Audición y Lenguaje entre cuyas funciones están:
  1. Llevar a cabo tareas de prevención y estimulación del lenguaje oral y escrito, especialmente en educación infantil, a través de programas de estimulación del lenguaje oral.
  2. Realizar evaluaciones logopédicas para detectar los problemas que a nivel de lenguaje y/o comunicación presente el niño/a y obtener con ello un diagnóstico que permita elaborar el programa de intervención logopédica.
  3. Llevar a cabo el tratamiento o intervención con el alumno/a (atención directa), teniendo en cuenta el tipo de intervención más adecuado (número de sesiones, fuera o dentro de su aula, sesiones individuales o en pequeño grupo). Para ello debe planificar su intervención, programando objetivos, actividades, metodología a seguir, elaborando el material que vaya a utilizar, evaluar los resultados que se van obteniendo, realizar modificaciones en su programación si es necesario...
  4. Orientar y asesorar a los tutores.
  5. Orientar y dar pautas a los padres.
  6. Participar en la elaboración y desarrollo de programas relacionados con la comunicación y el lenguaje.
  7. Participar con el profesorado en la elaboración de estrategias y orientaciones para implicar a los padres en el proceso de mejora del lenguaje.
  8. Coordinarse con tutores y demás profesionales que intervengan con los alumnos/as con NEE.
  9. Llevar a cabo un valoración y seguimiento de los casos.
A la hora de evaluar la dislalia/s que pueda presentar el niño/a hay que tener en cuenta los siguientes aspectos articulatorios:

Evaluación de la articulación:

Lenguaje espontáneo: para detectar distintos tipos de errores y el lugar en el que se da dentro de la palabra. Para ello mantendremos una conversación con el niño/a sobre temas que le interesen, creando un ambiente lo más agradable posible. Aquí son de ayuda material como los muñecos de guiñol, láminas, cuentos, etc… Conviene ir anotando los fonemas que articule mal en una hoja de evaluación. Intraverbales: la evaluación se realiza a través del lenguaje dirigido con preguntas cuyas respuestas impliquen la articulación del o de los fonemas que se quieran evaluar. Por ejemplo: /p/ /t/ para entrar en el coche hay que abrir la… Tactos: aquí evaluamos la articulación utilizando el lenguaje dirigido con referencia visual. Si puede ser con el objeto real mejor y si no se puede pues utilizaremos fotos, dibujos, etc… Imitación provocada: se trata de evaluar a través del lenguaje repetido. Se pueden usar las palabras de la hoja de evaluación y formar con ellas frases sencillas y adecuadas a la edad de cada alumno/a. Se utilizarán las que llevemos anotadas como incorrectas para confirmar, así, las dislalias y se anotarán los errores en la hoja de evaluación. A partir de aquí ya podemos diagnosticar las dislalias y los tipos de errores. A continuación se evaluarán las bases funcionales de la articulación. Esta evaluación dependerá de la clase de dislalia y el tipo de error que se da.

Evaluación de las bases funcionales de la articulación:

Discriminación auditiva: podemos evaluarla con la identificación de ruidos y sonidos conocidos por el niño/a en los que tendrá que señalar o nombrar la fuente sonora hasta llegar a la discriminación auditiva de fonemas parecidos. Es mejor que las respuestas sean motoras. Por ejemplo, si estamos evaluando la discriminación entre /l/ y /r/, podemos pedir al niño/a que al oir una palabra que lleve /l/ levante el brazo y dé una palmada si oye /r/. Podemos utilizar las LISTAS FONÉTICAS DE QUILIS. Habilidad motora de lengua, labios y paladar blando: evaluaremos las capacidades motoras según la dislalia concreta. En general se evaluará: De los labios: la capacidad de presión. la capacidad de movimientos lentos. la capacidad de proyección de labios y de sonreir. De la lengua: la capacidad de movimientos lentos laterales. la capacidad de movimientos lentos verticales. la capacidad de tensión/relajación. la capacidad de doblado. la capacidad de colocación en puntos concretos. la capacidad de movimientos rápidos y de vibración. Del paladar blando: la capacidad de movimiento. Todo ello se irá anotando en la hoja de evaluación. Soplo: evaluaremos el soplo en los casos de articulación poco intensa y en dislalias de fonemas explosivos y vibrantes. Nos interesa saber la cantidad, control e intensidad del soplo. Cantidad: para evaluar la cantidad de soplo podemos hacer que el niño/a sople una vela colocándola a una distancia en la que se exija una determinada potencia para apagarla. Control: podemos usar una pajita para soplar la llama de una vela. Cuanto menor sea la distancia se necesitará más control para no apagarla. Dirección: soplar bolitas de papel marcando un trayecto. Respiración: se evaluará la respiración si la capacidad de soplo es pequeña o si existiese un deficiente control del mismo. Debemos conocer la capacidad y el tipo de respiración. Para conocer la capacidad de respiración se usan los espirómetros (aparato para medir la capacidad respiratoria del pulmón). Si no tenemos espirómetro podemos comparar el aumento de volumen del tórax, abdomen o de los dos tomando como modelo otro niño/a o a nosotros/as mismos/as. Para comprobar el tipo de respiración podemos colocar una mano en el pecho y otra en el vientre del niño/a y comprobar cuál es la que se desplaza. Debe hacerse de pie, aunque también tumbando al niño/a

6. Intervención y tratamiento

La intervención hace referencia al conjunto de estrategias, procedimientos y técnicas que se ponen en juego para lograr una serie de objetivos sobre el proceso de desarrollo lingüístico. La intervención en las dislalias puede ser indirecta y directa. Intervención indirecta: se orienta hacia las bases funcionales de la articulación: audición, habilidades motoras de los órganos articulatorios y respiración. Intervención directa: intenta la articulación del fonema-problema y su generalización en el lenguaje espontáneo a través de actividades articulatorias.

INTERVENCIÓN INDIRECTA:

A continuación propongo una serie de ejercicios de la intervención indirecta. Se realizarán aquellos que tengan relación con la causa de la dislalia/s.

Ejercicios de respiración:

  • Inspirar lentamente por la nariz, retener el aire unos segundos y expulsar el aire por la nariz de manera cortada en tres o más veces.
  • Inspirar lentamente por la nariz, retener el aire unos segundos y expulsar lentamente por la boca.
  • Inspirar rápidamente por la nariz dilatando las alas, retener el aire durante unos segundos y expulsar lentamente por la nariz.
  • Inspirar rápidamente por la nariz dilatando las alas, retener el aire unos segundos y expulsar por la nariz de forma rápida.
  • Inspirar lentamente por la nariz, retener unos segundos y expulsar el aire por la boca.
  • Inspirar lentamente por la nariz tapando la fosa nasal izquierda, retener el aire unos segundos y expulsar el aire por la fosa nasal izquierda.
  • Inspirar lentamente por la nariz tapando la fosa nasal derecha, retener el aire unos segundos y expulsar por la fosa nasal derecha. la mano sobre el pecho y expulsar el aire por la boca lentamente vaciando los pulmones de aire.
  • Colocar al niño/a de pie apoyado en la pared y que inspire lentamente el aire, llenar a tope los pulmones, colocando una mano en el tórax y la otra en el abdomen y observar cómo se hincha y, a continuación, expulsar el aire lentamente por la boca. Tendremos que hacer una demostración antes al niño/a de respiración abdominal.
Todos estos ejercicios se repetirán tres veces.

Ejercicios de soplo:

  • Inspirar el aire por la nariz y soplar por una pajita o tubo.
  • Inspirar aire por la nariz y soplar hasta hacer burbujas.
  • Soplar por la pajita, colocándola a la derecha y luego a la izquierda de la boca.
  • Soplar sin inflar las mejillas.
  • Soplar inflando las mejillas. Inflar globos.
  • Soplar un molinillo haciéndolo girar rápidamente.
  • Soplar un molinillo haciéndolo girar lentamente.
  • Soplar sobre la mano, flojo y fuerte.
  • Soplar el flequillo.
  • Montar el labio superior sobre el labio inferior y soplar hacia abajo.
  • Inspirar aire por la nariz y apagar una vela. Repetir el ejercicio alejándose de la vela gradualmente. Apagar de un soplo velas. Soplar suavemente velas sin apagarlas y observar cómo se mueve la llama.

Ejercicios linguo-labiales:

  • Sonreír sin abrir la boca.
  • Reir.
  • Separar y juntar los labios.
  • Apoyar la punta de la lengua en los alvéolos superiores y en los inferiores.
  • Morder el labio inferior con los dientes superiores.
  • Morder el labio superior con los dientes inferiores.
  • Doblar la lengua hacia arriba dentro de la boca.
  • Doblar la lengua hacia abajo dentro de la boca.
  • Sacar la lengua lo más posible.
  • Meter la lengua en la boca y cerrarla.
  • Colocar la lengua en posición de rr e imitar el sonido de la moto.
  • Abrir la boca al máximo. Cerrar la boca solo un poco.
  • Sacar la lengua hacia arriba y hacia abajo.
  • Sacar la lengua hacia derecha y hacia izquierda.
  • Sacar la punta de la lengua un poco, meterla y cerrar la boca.
Cada ejercicio que se realice se repetirá varias veces.

Ejercicios del velo del paladar.

  • Bostezar.
  • Toser.
  • Hacer gárgaras.
  • Carraspear.

Ejercicios de discriminación auditiva.

  • Localizar la fuente sonora: con los ojos cerrados el niño/a debe señalar de donde viene el sonido o ruido producido. Se puede usar la voz, instrumentos musicales, palmadas, etc…
  • Reconocer ruidos y sonidos: el niño/a tiene que identificar el sonido que oiga con la foto correspondiente. Imitar sonidos y ruidos.
  • Reconocer cualidades sonoras: con un tambor dar golpes fuertes y suaves, cuando sea fuerte el niño/a deberá dar una palmada, cuando sea suave tendrá que levantar la mano, con una flauta tocar sonidos largos y cortos, cuando sean largos el niño/a pintará rayas largas y cuando sean cortos rayas cortas, etc…
  • Discriminar palabras monosílabas.
  • Discriminar consonantes que se opongan por el rasgo sonoro-sordo.
  • Discriminar vocales iniciales, etc…

INTERVENCIÓN DIRECTA.

Se realizarán actividades articulatorias, con el fonema/s que el niño/a no emita adecuadamente. Por ejemplo: Fonema /b/

Ejercicios de respiración:

  • Inspirar por la nariz lenta y profundamente. Retener el aire unos segundos y expulsar el aire por la boca de manera lenta con los labios casi juntos.

Ejercicios de soplo:

  • Coger aire por la nariz y soplar una vela sin apagarla haciendo que se mueva la llama ligeramente. Ir acercando la vela poco a poco y disminuir la intensidad del soplo para que no se apague.
  • Coger aire por la nariz y soplar una pelota de ping-pong desplazándola lentamente.

Praxias:

  • Abrir y cerrar la boca.
  • Estirar y encoger los labios.
  • Morderse los labios.
  • Hacer morros y mover de izquierda a derecha y viceversa.
  • Enseñar y esconder los labios.

Ejercicios de articulación del fonema aislado:

  • Emitir el fonema /a/ de forma continua cerrando los labios lentamente hasta llegar a la posición correcta.
  • Emitir el fonema /m/ continuamente hasta conseguir emitir /b/.
  • Sostener el labio inferior del niño/as evitando que los cierre y emitir el fonema.
  • Emitir el fonema de manera continua.

Ejercicios de repetición de sílabas con el fonema /b/:

  • Emitir el fonema de forma alargada añadiendo vocales.
  • Repetir sílabas sin prolongar el fonema.

Ejercicios de repetición de palabras:

  • en posición inicial (bata, boca…) y media (jabón, labio…)

Ejercicios de repetición de frases:

  • En posición inicial: Ej: mi hermana bebe agua de botella.

En posición media:

  • Ej: ayer me monté en un caballo.
  • Repetición de versos, adivinanzas, trabalenguas…

7. Conclusión

En definitiva, la dislalia es un trastorno de la articulación de los fonemas que debe tratarse cuantos antes para evitar posteriores problemas de aprendizaje. El maestro/a de Audición y Lenguaje se encargará de evaluar e intervenir este tipo de trastorno, contando con la colaboración de los demás especialistas que intervengan con el niño/a, y con la de la familia. De esta manera favoreceremos el desarrollo y aprendizaje del alumno/a. Bibliografía • Busto Barcos, M.C. (1998): Manual de logopedia escolar: niños con alteraciones del lenguaje oral en Educación Infantil y Primaria. CEPE. Madrid. • Pascual, P. (1988): La dislalia. CEPE. Madrid. • Peña Casanova, J (2005). “Manual de logopedia”. Masson. Barcelona. • Vallés Arándiga, A. (1995): PAF: evaluación de la dislalia. Prueba de articulación de fonemas. CEPE. Madrid. Fuente: www.didacta21.com

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