Convivencia Escolar

Cómo enseñar normas de cortesía a los niños

La cortesía es un código, un lenguaje particular, que facilita las relaciones sociales. Las reglas de cortesía varían entre familias, ciudades y naciones. La cortesía o los buenos modales son, ante todo, el respeto a un código que permite establecer las relaciones entre los seres humanos que viven en grupo o en comunidad, Los buenos modales manifiestan valores profundos, como la comprensión, la mutua tolerancia, el trato entre compañeros, superiores y subalternos, entre otros, los cuales están enmarcados bajo normas de cortesía y respeto a la dignidad humana.

Si bien, las normas de cortesía son señal de una "buena educación", estas se adquieren preferentemente en el hogar, en el seno de la familia. Sin embargo, el sistema de educación formal no puede quedar ajeno al fortalecimiento de este tipo de comportamientos, puesto que uno de sus propósitos fundamentales es aportar a la formación integral de todos los estudiantes. Esto se vuelve aún más importante, si se considera que las normas de cortesía pueden variar de una familia a otra, pero es el colegio, escuela o liceo el que asume el rol de fortalecerlas en un contexto más amplio, a la que deben adecuarse debidamente, con el fin de lograr una exitosa adaptación social.

Hoy en día esto cobra más sentido, puesto que es frecuente encontrarse con niños, niñas y jóvenes que desconocen o no aplican las normas de cortesía, siendo tachados de "mal educados". Es por eso que compartimos este artículo en el que se señalan algunas medidas a considerar a la hora de propiciar el desarrollo de normas de cortesía con los más pequeños.

Cómo enseñar normas de cortesía a los niños

Los buenos modales forman parte de las normas de convivencia dentro de la sociedad. Por eso, es importante que se enseñen normas de cortesía a los niños desde pequeños para que sepan cuáles son los comportamientos adecuados según los diferentes entornos y situaciones en las que se encuentren.

Dentro del transporte público, comunidades de vecinos, paseando por la calle, en la mesa, etc. En todos los lugares debemos compartir con otras personas, por eso necesitamos normas y reglas para que regulen y hagan que funcione la convivencia.

Un niño que aprenda normas de cortesía hará más viable su desarrollo y le ayudará a encontrar su sitio en la sociedad más fácilmente ya que estas normas serán un elemento clave para su éxito social.

Las normas de cortesía se aprenden desde muy pequeños
Los niños no nacen sabiendo las normas de cortesía, ni buenos modales. No podemos pedir a un bebé que no eructe, no toque la comida con las manos, que no llore en sitios públicos por si alguien se molesta, etc. De hecho necesitan hacerlo ya que es la única forma que tienen de interactuar con el entorno que les rodea.

A medida que van creciendo, los pequeños deben ser enseñados. Este momento depende de la madurez del niño. El modo de aprender de los niños es mediante observación, por eso es importante que progenitores, otros miembros de la familia como tíos y abuelos, y después, desde la escuela, los profesores, sean las personas que se encarguen de explicar y enseñar estas normas de cortesía. Se debe tener en cuenta:

  • Decir hola, pedir perdón, dar las gracias, etc. serán costumbres que pueden ir aprendiendo desde los 2 años, pero sin obligarles a hacerlo y siendo comprensivos ya que será contraproducente.
  • A medida que va creciendo se puede ir extendiendo estas normas de comportamiento como saludar a los vecinos, no gritar, no interrumpir las conversaciones, etc.
  • No se debe agobiar a los niños con infinitas reglas ya que según la etapa del desarrollo en la que se encuentren, serán o no capaces de poder seguirlas todas.

Cómo enseñar normas de cortesía a los niños
Conseguir que un niño sepa utilizar los buenos modales no es cuestión de azar. Detrás de este logro hay un importante trabajo por parte de la familia y de los profesores.

  • Ser ejemplo. Las normas de cortesía no son solo unas reglas de conducta, tienen su base fundamental en la educación de valores como el respeto, la amabilidad, el reconocimiento, el agradecimiento o la consideración y para enseñarlo, la herramienta de los padres será el ejemplo.
  • Dar cariño. Expresar de todas las maneras posibles el cariño y el amor hacia los hijos.
  • Elogiar. Los elogios son estímulos positivos que facilitan el desarrollo y la aportan la autoestima necesaria al niño para adquisición de los buenos modales.
  • Ser pacientes y constantes para que los niños aprendan que las normas de cortesía son muy importantes.
  • Explicar la importancia de las normas de cortesía para la convivencia y las consecuencias de no utilizarlas.

Cómo practicar las normas de cortesía con los niños
Además de enseñar buenos modales es importante que los niños los vayan poniendo en práctica en el día a día. Una manera de ir haciendo partícipe al niño y que este vea de manera explícita los resultados de su comportamiento, es creando un sistema de recompensas donde por cada situación donde se comporte de “manera adecuada” como: decir gracias cuando corresponde, salude, no interrumpa una conversación etc, reciba algún tipo de reconocimiento.

Además, situaciones reales como ir de compras o salir a un restaurante serán los escenarios perfectos para que el niño recuerde y ponga en práctica las normas que va aprendiendo.

Fuente: https://www.guiainfantil.com/

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