Convivencia Escolar

¿Educar las emociones?: paradigmas científicos y propuestas pedagógicas

Emociones y sentimientos nos remiten a componentes básicos del comportamiento humano. A través de ellos conformamos nuestra identidad y nos vinculamos al mundo y a los demás. Constituyen una dimensión esencial en el desarrollo humano. Sobre la base de los filósofos clásicos ha emergido el movimiento de Filosofía Práctica, impulsado por Lou Marinoff, cuya intención es llevar a la práctica los recursos que ofrece la filosofía con fines educativos y terapéuticos, en un intento de hacer realidad que la filosofía podía sea considerada como la “medicina de la mente”. Las emociones, al igual que cualquier otra dimensión humana, son relevantes para la educación, en la medida en que son susceptibles de aprendizaje. El aporte de las neurociencias nos indica que disponemos de un cerebro emocional que activa los procesos conscientes relacionados con los aspectos cualitativos de la experiencia. Al mismo tiempo, los estudios neurobiológicos han demostrado lo alguna vez la Psicología reveló desde el punto de vista teórico: que en el comportamiento humano coexisten tres tendencias: (a) la tendencia al placer; (b) la tendencia al afecto y la solidaridad y c) la tendencia a la destrucción (agresividad). Las tendencias, no están predeterminadas, y son, por tanto, susceptibles de aprendizaje.

Educar las emociones es posible en la medida que disponemos de un equipamiento neuronal que lo permite. Sin embargo, se requiere de una enseñanza, de la educación, entendida como un potenciador del desarrollo de nuestro programa genético y hacer emerger nuestra condición humana. La educación del carácter, la educación de la virtud, nos remiten a los antecedentes de lo que hoy conocemos como educación emocional. Las propuestas pedagógicas inspiradas en diversas teorías morales aluden a la educación de la dimensión emocional como vía para la educación en valores, dado que las respuestas y los juicios morales poseen indudablemente un componente emocional. La dimensión educativa de las emociones siempre ha estado presente en la Pedagogía, ya sea como objetivo de aprendizaje propiamente tal, o como componente fundamental de la enseñanza a través de la relación educativa, aun cuando lo ha hecho desde diferentes paradigmas y tradiciones antropológicas y científicas.

Romero Pérez, Clara (2006) ¿Educar las emociones?: paradigmas científicos y propuestas pedagógicas. Revista Cuestiones Pedagógicas. Nº 18. 2006/2007. pp 105-119. Secretariado De Publicaciones Universidad De Sevilla. España. Recuperado de editorial

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