El juego en la etapa infantil
En esta oportunidad destacamos un artículo que aborda el tema del juego en la etapa infantil, cuyo objetivo es entregar algunas definiciones respecto del juego y su relación con el proceso de desarrollo de niños y niñas. Cabe recordar que el juego es un derecho de los niños y niñas, declarado en el documento oficial de la Convención sobre los Derechos del Niño, que fue aprobada el 20 de noviembre de 1989 por la Asamblea General de Naciones Unidas y que se rige por cuatro principios fundamentales: la no discriminación, el interés superior del niño, su supervivencia, desarrollo y protección, así como su participación en decisiones que les afecten. Al aprobar la Convención, la comunidad internacional reconoció que, a diferencia de los adultos, las personas menores de 18 años necesitan una atención y protección especiales. En el Artículo Nº 31 de este acuerdo internacional se declara que el niño tiene derecho al esparcimiento, al juego y a participar en las actividades artísticas y culturales.
Jugar es un derecho de los niños y una necesidad. A partir de esta necesidad las personas experimentamos, sentimos curiosidad y descubrimos, nos expresamos y aprendemos sin darnos cuenta de ello. El juego es una herramienta de aprendizaje innata en la que se produce un proceso interactivo y de comunicación con el entorno y con otras personas. La relación que se da, a través del juego, entre niños o entre niños y adultos los llevará a los más pequeños a entender y comprender qué pasa en el mundo en que vivimos. Siguiendo las normas de un juego un niño o niña aprende a respetar el turno; desarrolla la creatividad y la imaginación; reflexiona sobre diferentes temas e intenta gestionar sus emociones como, por ejemplo, la alegría, la rabia o la frustración, entre otros. Así, cuando el niño juega se muestra tal como es porque el juego es libre. Decide si quiere jugar o no y esta libertad permite que disfrute del juego y se divierta con el objetivo de entretenerse, dejando de lado las obligaciones y concentrándose sólo en la acción de jugar.
A partir de la creación de situaciones imaginarias los niños y niñas resuelven posibles conflictos que se pueden dar en la vida real, dando respuesta a preguntas como: ¿qué pasaría si …? ¿Qué debería hacer primero: A o B? ¿Tengo que compartir, ahora, si no quiero? A través del juego el niño adquiere diferentes comportamientos sociales y desarrolla aspectos de su personalidad que, posteriormente, tendrán una repercusión práctica en su día a día cuando sea un adulto: cooperando, reflexionando o transformando. Jugar es importante porque no sólo proporciona confianza en uno mismo, sino que esta acción da placer y satisfacción a quien la lleva a cabo. Jugar permite al niño o niña desarrollar aspectos psíquicos, físicos y sociales mientras experimenta sus emociones y expresa sus sentimientos. Jugar nos hace ganar seguridad y nos ayuda a crear una imagen positiva de nosotros mismos porque descubrimos qué podemos hacer y hasta dónde podemos llegar.
Pacheco García, María Teresa (2011) El juego en la etapa infantil. Revista digital para profesionales de la enseñanza Temas para la Educación. Nº 17. Federación de Enseñanza de CC.OO. de Andalucía. España. Recuperado de feandalucia