Hacia una didáctica de la metacognición
El documento destacado de esta semana corresponde a un artículo publicado en la revista Horizonte de la Ciencia, de la Universidad Nacional del Centro del Perú. El artículo se centra en el proceso metacognitivo, aludiendo a él como un tema relevante dentro de la psicología contemporánea. Esto, señala el autor, debido a que el objeto de estudio de la metacognición es el propio conocimiento. Pero que va más allá, puesto que la metacognición se involucra en el control y la regulación de los procesos de conocimiento, y en el caso de la educación, el proceso de enseñanza y aprendizaje. Es necesario efectuar un estudio descriptivo sobre el papel que desempeña la metacognición en este proceso complejo y deliberado que tiene como propósito fundamental favorecer la formación integral de la personalidad del estudiante. El presente artículo satisface esta necesidad académica a través de la sistematización de tres interrogantes: ¿Cómo entender la metacognición? ¿Cómo operan las facetas o modalidades metacognitivas? ¿Es factible plantear una didáctica metacognitiva?
El artículo recurre a diversas fuentes para definir el concepto de metacognición. Algunas de las ideas destacadas en él la definen como el conocimiento que uno tiene sobre los propios procesos y productos cognitivos; la supervisión activa, la regulación y organización de estos procesos; también se habla de el conocimiento de nuestras propias cogniciones. Lo anterior, entendiendo que la cognición se vincula con los procesos que recepcionan, registran y almacenan información, como la atención, percepción y memoria; los que facilitan la comunicación y la búsqueda de solución de problemas, vinculados al desarrollo del lenguaje y pensamiento; los que permiten la adaptación mediante recursos alogarítmicos o heurísticos, vinculados con la inteligencia y creatividad y a aquellos que conceden cambios en los desempeños cognitivos, como el aprendizaje cognitivo y desarrollo cognitivo. En cuanto a las facetas o modalidades de la metacognición, el artículo habla de metaatención, metamemoria, metacomprensión, metalectura, metalenguaje, entre otros, e intenta explicar cada una de ellas para tener una idea más clara de todas.
Otro elemento interesante dentro del artículo es la reflexión en torno a algunas categorías que se vinculan con una didáctica de la metacognición. La primera de ellas, es la que hace referencia a la práctica metacognitiva del o la docente en el aula. Él/ella es la persona que se involucra directamente con la aplicación de los principios de metacognición en los eventos académicos, como medio de potenciar los aprendizajes de los estudiantes. Lo anterior, porque se asume que como profesional conoce teóricamente el aporte de la metacognición para su labor. Algunos referentes bibliográficos señalan que hay tres lineamientos de enseñanza metacognitiva propicios para que cualquier docente los ponga en acción: a) Enseñar a los estudiantes a conocerse mejor como «aprendices». b) Enseñar a los alumnos a reflexionar sobre su propia manera de aprender, guiarlos para que analicen las decisiones regulativas que toman durante la planificación y monitoreen y valoren sus actuaciones cuando realizan una tarea. c) Enseñar a los estudiantes a establecer con ellos mismos un diálogo consciente cuando aprenden.
Alama Flores, Cristian Marcos (2015). Hacia una didáctica de la metacognición. Horizonte de la Ciencia, 5 (8), 77-86. ISSN: 2304-4330. Recuperado de redalyc