Aprendizaje

Interés por el estudio en los adolescentes

30 Marzo, 2020

En esta oportunidad destacamos un documento que hace referencia a los adolescentes y su interés, tanto por el estudio como por el aprendizaje. Entre los temas que aborda el texto, se encuentran las características de desarrollo psicoemocional de este rango de edad, las metas que ellos se proponen en términos generales, su relación con el aprendizaje y el estudio, y algunas estrategias que pueden implementar los docentes para mejorar el nivel de motivación de los estudiantes de esta edad ante el aprendizaje. En la Psicología de la educación, la motivación y la inteligencia juegan un papel fundamental en el rendimiento escolar de los adolescentes. Desde el punto de vista pedagógico, la motivación consiste en proporcionar a los estudiantes un conjunto de motivos, incentivos o propósitos que produzcan el deseo de aprender o la mejora de la conducta. Toda conducta y todo aprendizaje deben obedecer a algún tipo de motivación, ya que los aspectos voluntarios de la vida humana se realizan bajo la influencia de los motivos. En el terreno educativo, se ha de tener en cuenta la motivación del docente y la del estudiante, que durante la adolescencia experimenta una serie de cambios en la jerarquía de sus motivaciones por el estudio, y en este período son muy difíciles de modificar.

Durante la adolescencia se producen una serie de cambios evolutivos en las características de su motivación, que repercuten significativamente en la manera de afrontar sus tareas escolares. Así, la idea de fracasar en sus estudios, viene asociada a sentimientos negativos, como son el remordimiento, la pena, la indiferencia, la frustración, el deseo de desaparecer, el sentimiento de rebeldía o el de injusticia. También durante esta etapa vital aumentan las conductas orientadas a evitar el fracaso. Así, es muy frecuente el no ofrecerse nunca voluntario para responder, el esforzarse poco en la realización de las tareas, etc. Ambos cambios en el comportamiento, es decir, los sentimientos negativos ante el fracaso y las conductas orientadas a evitar el fracaso, suelen ir acompañados de cambios cognitivos que median la motivación con que los adolescentes tienden a afrontar sus tareas escolares, como por ejemplo, los relativos a la diferentes interpretaciones de sus propios éxitos o fracasos, la percepción subjetiva de la distinta dificultad que pueden ofrecer las tareas escolares, etc.

A partir de la adolescencia la motivación de los estudiantes es cada vez más diferente a la de los niños y más semejante a la de los adultos. Estas diferencias y semejanzas atañen, sobre todo, a las metas que se persiguen. La motivación por su trabajo aumenta cuando el adolescente se ve capaz de superar con éxito la tarea, es decir, cuando sus habilidades personales y los requisitos que les plantean las metas están cercanos. De lo contrario, el adolescente cae en el aburrimiento y la ansiedad. En este sentido, cabe apuntar la diferencia que existe entre los sujetos que atribuyen sus fracasos a características propias no modificables, como por ejemplo, la falta de capacidad, y los que consideran que un fracaso es siempre superable.

Freije Graña, Inés (2009) Interés por el estudio en los adolescentes. Revista Temas para la Educación, Nº 4. Artículo 183. Federación de Enseñanza de CC.OO. de Andalucía. ISSN: 1989-4023. España. Recuperado de feandalucia.ccoo.es

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