Evaluación

La evaluación como puerta del aprendizaje: un viaje de la memoria al pensamiento creativo y total

20 Junio, 2019

El documento que destacamos esta semana es parte de un material de trabajo utilizado en la Universidad Católica de Oriente en Colombia y que busca abrir la perspectiva con la que se utiliza la evaluación de los aprendizajes en el sistema educativo. Los tiempos actuales demandan a las personas nuevas y variadas competencias y ante esta situación, es preciso orientar el proceso educativo. Sin embargo, la práctica evaluativa que se desarrolla suele enfocarse en la aplicación de instrumentos para cumplir con una calificación, después de la cual, se pasa a la siguiente lección como si todos los estudiantes partieran desde un mismo nivel de aprendizaje. Esta manera de proceder no ofrece la posibilidad de mejorar. El nuevo enfoque curricular desplaza el rol del docente al tiempo que se centra en la actividad de los estudiantes, sus estilos y ritmos de aprendizaje, sus conocimientos previos y el contexto en el que se desarrolla la actividad. Saber algo ya no significa memorizar una información recibida de forma pasiva y reproducirla, sino más bien ser capaz de organizar una información, interpretarla y saber utilizarla. Por lo tanto, la función de la evaluación supone garantizar la adquisición de una serie de competencias personales que permitan al estudiante vivir en la sociedad de una forma activa y comprometida con la mejora de la misma, el desarrollo propio y de los demás. Actualmente se plantea la competencia reflexiva como competencia transversal que se activa de forma casi permanente en el actuar docente. El docente mediante su competencia reflexiva combina tantas variables como pueda prever, las reflexiona, selecciona y toma numerosas decisiones hasta llegar con acierto a la finalidad propuesta, en este caso planear la evaluación. La neurociencia establece que una de las principales áreas en que los profesores pueden asumir el liderazgo de la evaluación es la exploración de cómo los estudiantes aprenden mejor, con el fin de determinar las mejores maneras de enseñarles. El desafío para el profesor es que su tarea ya no es dictar clase y examinar a los alumnos sino propiciar el desarrollo de conocimientos creativos y enseñarles estrategias de autorregulación y control en su proceso de aprendizaje, es decir, que los estudiantes aprendan a aprender y a pensar y a autoevaluarse sobre la marcha. Se presenta a continuación una breve síntesis de algunos planteamientos en torno a la relación evaluación – aprendizaje, asumiendo estos como un todo que dentro del contexto educativo deben avanzar en forma conjunta y potencializar el desarrollo integral de la persona. Se parte entonces, de un elemento simple el asumir la evaluación desde una nueva perspectiva y se exponen algunos argumentos para ello, pero además se presenta cómo dicha evaluación debe potenciar la totalidad de la persona a partir del desarrollo de la totalidad del cerebro humano, todo como un esfuerzo por aprovechar legados de la psicología y la neurociencia para correr el riesgo de hacer pedagogía de la evaluación, finalmente se presentan una serie de interrogantes que se considera oportuno plantear para ahondar posteriormente en la relación aprendizaje evaluación. Fuente: Toro Jaramillo, Sandra (2015) UCO Universidad Católica de Oriente. Colombia. Recuperado de https://www.uco.edu.co/

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