Convivencia Escolar

La inteligencia emocional como estrategia educativa inclusiva

7 Octubre, 2019

El documento que compartimos desarrolla el tema de la importancia de la inteligencia emocional para lograr una educación inclusiva. Temas como la atención a la diversidad y la intervención social, conlleva a que el sistema educativo defina las estrategias para el desarrollo integral de la persona, desde la concepción de la integración que implique la intervención fundamental de la familia, la escuela, la comunidad y las instituciones en general. En este contexto educativo, adquiere una especial significación la educación emocional que enriquece las capacidades adaptativas, el desarrollo sano de los niños y reduce la violencia. Todo lo anterior en el marco legislativo que considera la educación como uno de los derechos fundamentales y que se refrenda la Declaración Universal de los Derechos Humanos adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948.

La educación inclusiva requiere de políticas tendientes a que todos los ciudadanos reciban una educación de calidad, con equidad y excelencia, así como disponer de los recursos necesarios. Como un proceso de cambio educativo y social, la educación inclusiva requiere planificación y evaluación continuas, implica un gran cambio escolar, inmediato y a largo plazo, que requiere de una acción concertada de distintos agentes sociales: administración, profesorado, familias, organizaciones e investigadores. Esto, en el entendido que inclusión es aceptar a todos los estudiantes, sin distinciones y educarlos con los apoyos necesarios en aulas integradas. La inclusión educativa es el primer paso para la integración. Tiene que ver con la calidad de la educación y con el derecho a la igualdad de oportunidades. A través de las propuestas didácticas debemos favorecer el crecimiento de los estudiantes de una forma de vida basada en los valores de la convivencia, de la aceptación y el respeto por las diferencias, y de la cooperación. La finalidad es que los estudiantes adquieran las habilidades técnicas y sociales que son necesarias para ser, vivir y convivir, es decir, ser ciudadanos competentes.

El sistema educativo, desde lo legal, se ha preocupado en equilibrar la dimensión cognitiva con la afectiva desarrollando materias transversales: educación en valores, educación para la ciudadanía, etc. Pero no se le ha dado importancia suficiente al aprendizaje o educación de las emociones para dar la oportunidad de desarrollarse como personas. Se trata de intentar conseguir un equilibrio entre lo cognitivo y lo afectivo, generando un cambio en los estilos de relación y comunicación. Desde la perspectiva de la orientación y la formación integral, la inteligencia emocional se entiende como un constructo que agrupa habilidades sociales y emocionales, y una vez que la persona las integra, constituye el soporte fundamental para el abordaje de los procesos de socialización y realización personal. Las actitudes positivas o negativas influyen en el desarrollo de la persona, es decir, una persona optimista tiende a lograr las metas con mayor efectividad que aquellas que son pesimistas. La inteligencia emocional es considerada según varios autores, como una teoría que explica la importancia que tienen las habilidades sociales y emocionales en la socialización e integración social de la persona.

Fuente: Fernández Rodicio, C. (2012). La inteligencia emocional como estrategia educativa inclusiva. Revista Innovación educativa, N° 21. Universidad de Santiago de Compostela. España. Recuperado de usc.es
 

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