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Preguntas productivas: Como herramienta para soportar el aprendizaje constructivista
27 Septiembre, 2012
Escrito por: Mary Lee Martens.
"Las preguntas productivas, aquellas que tienen que ver tanto con la actividad física como con la mental, no son nuevas. Jos Elt-geest (1985) las propuso hace más de 13 años, pero su utilidad sigue aún sin descubrirse. Cuando los profesores recurren a una aproximación constructivista para enseñar, se encuentran ante una pared cuando descubren que sus alumnos fallan cuando requieren hacer las conexiones necesarias para llegar a un conocimiento deseado. Los profesores quedan tentados de echarse atrás para dar información en forma de sugerencias y/o dejar a un lado el trabajo constructivista. Las preguntas productivas dan una alternativa que, con la práctica, dan a los profesores una manera de resolver este dilema"
Preguntas Productivas
Muchas de las preguntas formuladas por los maestros van enfocadas a los alumnos para que recuerden o revisen aspectos o temáticas que ya deben haber aprendido. La habilidad de los alumnos para hacer esto es acreditada como un logro. Las preguntas productivas, sin embargo, llevan otra finalidad. El propósito de las preguntas productivas es dirigir el pensamiento de la estudian-te o el estudiante; esto posibilita al maestro o a la maestra para proveerle a los alumnos el camino para la construcción de su propio conocimiento. Los seis tipos de cuestiones –para enfocar la atención, para medir y contar, para comparar, para provocar la acción, para la propuesta de problemas y para el razona-miento- (ver el cuadro anexo) llevan al maestro a conocer a dónde se encuentran los alumnos y así proveer el tipo de soporte necesario en un momento dado. Las preguntas no están propuestas para ser aplicadas en un determinado orden, sino para ser contesta-das conforme lo que va viendo y escuchando de lo que ocurre con sus alumnos. El papel del profesor o la profesora se transforma en un monitor y facilitador para que los estudiantes se involucren activa y responsablemente en su propio aprendizaje. Si se aplican estratégicamente las preguntas productivas, mantienen a los estudiantes motivados y congratulados por sus esfuerzos. Resulta interesante, en esto no sólo los profesores contribuyen, cuando los estudiantes trabajan en grupo exitosamente pueden investigar más allá con sus preguntas productivas.Aprendizaje sobre flotación
“¿Puedes encontrar una manera para hacer flotar este pedazo de plastilina?” Esta fue mi introducción a la unidad sobre flotación que estaba yo tratando con estudiantes en una clase de métodos del nivel elemental. En términos del significado de este concepto, los futuros profesores eran muy semejantes a los niños y niñas de una escuela elemental. Mis estudiantes hicieron exactamente lo que yo había visto que hacen muchos niños y niñas en se escuela. Ellos aplanan la plastilina esperando que sus “balsas” floten. Cuando esto no funcionó, procedieron a adelgazarla y/o hacerla más pequeña; rápidamente se dieron cuenta de su derrota. Noté brazos caídos y desencanto general. Los alumnos y las alumnas de las escuelas elementales tienen el mismo problema y comienzan equi-vocándose, al encontrarse fuera de foco con el objetivo buscado, hacen comentarios como que esta actividad es tonta o estúpida, y frecuentemente muestran un comportamiento poco cooperativo. El reto para mí tanto como para cualquier otro profesor fue ayudar a los estudiantes a buscar la información almacenada en sus memorias de tal manera que los lleve a buscar el éxito en este reto. “¿Qué has encontrado que flota?” Les pregunto. Algunos alumnos comienzan con una lluvia de ideas: “botes, barcos, pelo-tas, tubos,...” mientras que otros toman cui-dadosamente la plastilina y comienzan a darle otra forma. Acabo de hacer justamente una pregunta “para enfocar la atención”, y para muchos estudiantes era esto todo lo que necesitaban. Los alumnos que aún no ven como proceder necesitan una sugerencia adicional en la forma de una pregunta de Preguntas Productivas- Las preguntas “para enfocar la atención”ayudan a los estudiantes a fijar su atención en detalles significativos. ¿Han ustedes visto...? ¿Qué han observado sobre...? ¿Qué están ellos haciendo? ¿Cómo se sien-te/huele/mira?
- Las preguntas “para contar o medir” ayudan a los estudiantes a ser más precisos sobre sus observaciones. ¿Cuántos...?¿Qué tan frecuente...?¿Qué tan largo...?¿Cuánto...?
- Las preguntas “para comparar” ayudan a los estudiantes a analizar y clasificar. ¿Son estos los mismos o son diferentes? ¿Cómo van ellos juntos?
- Las preguntas “para la acción” motivan a los estudiantes a explorar las propiedades de materia-les no familiares, vivos o no vivos, y cuando ocurren eventos pequeños o para hacer predicciones de fenómenos. ¿Qué pasa si...?¿Qué podría pasar si...?¿Qué si...?
- Las preguntas “para proponer problemas” ayudan a los estudiantes a planear y proponer soluciones a los problemas. ¿Puedes encontrar una forma para...?¿Te puedes imaginar como sería si...?
- Las preguntas “para razonar” ayudan a los estudiantes a pensar sobre experiencias y a la construcción de ideas que tienen sentido para ellos. ¿Por qué piensas que...?¿Cuál es la razón que...?¿Puedes inventar una regla para...?
- “Comparación”: “¿En que se parecen todos estos objetos que flotan?” Para este momento, todos mis estudiantes han cambiado la forma de la plastilina en alguna parecida a un bote o a una estructura parecida a una taza, encontrando a continuación la solución al problema planteado al inicio. Entonces yo los reté para encontrar la forma que soporte la mayor cantidad de “carga”. (Para esto propósito yo usé pequeños pedazos de cerámica, también funcionan objetos pequeños que sean todos iguales entre sí.) Los estudiantes tuvieron la oportunidad de tres ensayos, y el objetivo era mejorar su diseño después de cada intento.