Convivencia Escolar

¿Qué significa una escuela segura?

27 Septiembre, 2012

Escrito por: Marta De Pascua, Susana Alonso, Alicia Santiago e Irma Scuderi
"Este artículo habla sobre las condiciones estructurales que un establecimiento educacional debiese tener. Cómo éstas favorecen la convivencia entre los integrantes de las escuelas. Además de recomendar medidas de prevención para evitar algún siniestro, resalta la importancia de la capacitación docente y del alumnado, en estos posibles accidentes”
Desde lo arquitectónico  la escuela debe brindar confort y seguridad. Una escuela confortable brinda bienestar a sus ocupantes e interviene directamente en el concepto de salud: condiciones de temperatura ambiental ideales y constantes, ventilación e iluminación óptimas, espacios adecuados a las tareas y número de individuos que la ocupan,  sumándose  a ellos aspectos estéticos. Todos estos factores de bienestar favorecen el  desarrollo de las tareas que realiza cualquier integrante dentro de la escuela, el proceso de enseñanza –aprendizaje, el rendimiento escolar, la comunicación. Una escuela es segura cuando es planificada, construida de acuerdo  a normativas arquitectónicas vigentes, mantenida, ordenada, equipada, con  personal que  esté capacitado y  sea conocedor de las fortalezas y debilidades que pueda contar la institución para actuar sobre ellas. La necesidad de proporcionar a los alumnos las mejores condiciones de seguridad durante su permanencia en la escuela, es una de las preocupaciones fundamentales que debe estar presente desde los mismos comienzos del proyecto de edificación escolar. Se tienen que tener en cuenta medidas de prevención para tratar de evitar un siniestro  o sus consecuencias, tanto como la disponibilidad de elementos para detectar y combatirlo evitando su propagación. Para tal objetivo, los docentes deben ser capacitados y entrenados permanentemente  sobre la prevención de riesgos, promoción de la seguridad y forma de actuar ante la amenaza o acontecimiento de hechos siniestrales. Los alumnos deben también saber cómo proceder manteniendo la calma respetando acuerdos preestablecidos. Ante los trágicos sucesos de conocimiento público en cuanto a seguridad edilicia y lo anteriormente mencionado, nos formulamos las siguientes preguntas: ¿Nuestra escuela es segura? ¿Sabemos cómo obrar frente a un  siniestro? ¿Nuestra Institución cuenta con un PLAN DE EVACUACIóN? La institución escolar debe elaborar un plan frente a las situaciones siniestrales que puedan acontecer, siendo concientizado por todos y ensayado; tanto el equipo de conducción como el de ejecución, los alumnos y personal no docente deben saber qué hacer y por lo tanto qué no hacer. El Código Rector de la Arquitectura Escolar establece:
  • El edificio contará con señalamiento apropiado que indique claramente las vías de salida al exterior del mismo. Los docentes y el resto del personal del establecimiento serán capacitados sobre las diferentes vías de circulación a seguir en caso de siniestros, y de acuerdo a las señalizaciones existentes.
  • El edificio contará con un plano de evacuación donde se expliciten la totalidad de salidas posibles y se indiquen las salidas alternativas a seguir para el caso de inutilización de cualquiera de ellas.
  • El establecimiento escolar dispondrá de un plan de evacuación donde se encuentre planificado cada paso a seguir ante la decisión de evacuar el edificio ante un incendio o cualquier otro tipo de siniestros. En dicho plan, se establecerá claramente la responsabilidad de quién ha de decidir y dirigir la evacuación, y de quién lo reemplazará ante su ausencia o impedimento.
  • Fijará también la responsabilidad de los distintos coordinadores por niveles de planta edilicia y por niveles de enseñanza (pre-escolar, primaria, media).
  • Todo el personal docente y no docente será capacitado sobre el plan de evacuación, indicándose a cada uno cuáles serán sus pasos a seguir y sus responsabilidades inherentes.
  • Se efectuarán simulacros de evacuación con el alumnado y el personal de la escuela, instruyéndose a todos, los sucesivos pasos del plan de evacuación y su estricto cumplimiento, fijándose las prioridades de evacuación que serán cambiantes, según la ubicación del hecho siniestral y la zona o zonas del establecimiento que corran los mayores riesgos.
El  PLAN DE EMERGENCIA debe incluir un PLAN de EVACUACIóN. Un plan dentro de la institución contempla tres momentos:
  • Un antes (prevención),
  • Un durante (cuando ocurre el siniestro) y
  • Un después mediata del hecho siniestral (atención de sus consecuencias).
Para ello es imperioso:
  • Elaborar un diagnóstico de situación de la institución escolar
  • Realizar un plan de acción ante siniestros.
  • Fijar responsabilidades de acción a todos los integrantes de la escuela.
  • Señalizar zonas de riesgo, de seguridad y salidas de emergencia,
  • Señalizar la ubicación del equipo contra incendios.
  • Diseñar el plano de evacuación y el plan de evacuación.
  • Realizar simulacros
  • Capacitar al personal en cuanto a roles de emergencia a cumplir.
  • Tener actualizados los teléfonos de la comunidad educativa, Bomberos, Comisaría de la sección, SAME, Defensa Civil.
  • Verificar las características de los centros de apoyo cercanos al establecimiento educativo, conocerlos.
  • Los pasillos, puertas y equipos de protección no deben estar obstruídos.
  • Tener a disposición el equipamiento necesario.

• Normas generales que debe cumplir un Plan de Evacuación.

  • La evacuación debe garantizar una salida rápida y segura hacia el exterior.
  • La toma de decisión de evacuación y la orden de efectuarla está a cargo del director del establecimiento escolar siendo ésta una responsabilidad indelegable a excepción de que haya sido víctima del siniestro.
  • Los alumnos se clasificarán por grupos de edad; siendo conducidos (sin mezclarse), por los docentes quiénes los animarán a hacerlo rápido, pero sin correr, con calma y de manera ordenada, sin  llevar sus pertenencias a excepción de llaves de su casa o documentación, saliendo en primer término las aulas más próximas a las escaleras y/o puerta de salida. Cabe destacarse que el docente a cargo debe ser el último en salir. En caso de un edificio de varias plantas que no cuente con salidas independientes, los del piso superior no bajarán al piso inferior si éste no fue desalojado.
  • En referencia a la señalización: Se deberá señalizar las paredes con una flecha roja direccional acompañada de la palabra SALIDA a una altura de 2 m, en corredores, escaleras, rampas, etc. Los recorridos de escape serán bien señalizados y reconocidos por todos sin lugar a confusión.
  • El trayecto de escape deberá estar libre de obstrucciones o entorpecimiento de circulación como así puertas, pasillos
  • Las instituciones que cuenten con ascensores deben prescindir de su uso en caso de incendio.
  • Se contará con una señal de alarma (timbre, campana, silbato) que será muy relevante y de fácil reconocimiento por todos los actores institucionales, los cuales ante esta situación se encaminarán hacia la puerta de salida respetando el orden preestablecido.
  • Se establecerán  roles y responsabilidades (identificados por el grupo) al personal docente y no docente, por ejemplo personal responsable de la utilización de los medios contra incendios -extintores, mangueras-, encargado del botiquín de primeros auxilios, de interrumpir los circuitos eléctricos y de gas, de la apertura de las puertas de salida  (las llaves pertenecientes a las puerta s de salida deberán estar en tablero próximo a dichas puertas).
  • La concentración y desconcentración se realizará a los lugares prefijados y conocidos con anterioridad donde se contará el número de alumnos de cada grupo.
  • Los Simulacros se efectuarán con periodicidad, se incluirá concentración y desconcentración del alumnado fuera del establecimiento escolar, en los lugares específicamente designados en el plan y contará con autorización escrita de los padres de los alumnos.
  • Los extintores y otros elementos de protección se controlarán periódicamente, y se capacitará al personal acerca de su uso.

Acciones básicas para el desarrollo de los simulacros escolares.

• Planeación.

  • Determinar el propósito
  • Formular una hipótesis (qué se espera del simulacro)
  • Diagramar el escenario
  • Reconocer los riesgos
  • Establecer cronogramas de ejecución en diferentes horarios.
  • Señalizar el establecimiento.
  • Constatar el correcto funcionamiento de la alarma (ésta no debe depender de la energía eléctrica, se debe contar con un sistema alternativo por ejemplo a batería, un silbato).
  • Determinar el lugar donde se ubicará el puesto de primeros auxilios.
  • Controlar los botiquines de primeros auxiliares.
  • Poner en práctica la ejecución de roles con diferentes responsables.
  • Difundir información sobre el simulacro.

• Preparación.

  • Preparar el escenario.
  • Establecer la frecuencia teniendo en cuenta las siguientes variables:
    1. Informar a la comunidad educativa el día y hora en que se ejecutará.
    2. Notificar únicamente el día en que se efectuará
    3. Proceder a su realización sin previo aviso

• Ejecución.

  • Realizar un recorrido de verificación
  • Activar la señal de alarma
  • Verificar la adecuada ejecución del simulacro.

• Evaluación.

  1. La evaluación del simulacro se desarrolla a través de la observación y el seguimiento de todo el proceso de ejecución.

• Ajuste y actualización del plan.

  1. A partir de la evaluación del simulacro, se establecerán las acciones tendientes a mejorar la realización de los próximos ejercicios.
  2. Seguridad en instalaciones eléctricas: La instalación eléctrica deberá respetar las condiciones normadas en el Código de Edificación de la Ciudad de Buenos Aires, reglamentación de la Asociación Argentina de Electrotécnicos. Puesta a tierra de las partes metálicas de la instalación y previa verificación de la continuidad de las mismas. Instalación de llaves electromagnéticas e interruptores diferenciales en tableros principales y de distribución. Pararrayos.
  • Estrictas condiciones de seguridad contra incendios.
  • Defensas contra caídas.
  • Pisos antideslizantes.
  • Eliminación de bordes agudos, salientes y filos cortantes.
  • Adecuado y periódico mantenimiento edilicio y de maquinarias.
  • Correcta observación de las normas de higiene y sanitarismo.
  • Periódica evaluación de la potabilidad y contaminación del agua de beber.
Finalmente, ante todo lo expuesto queda esclarecido y constituído como condición necesaria e imprescindible que una escuela sólo será segura cuando todos los responsables de cada institución escolar concienticen que “las normas correspondientes a condiciones técnicas y constructivas de los edificios escolares, las de su habitabilidad, confort y seguridad, requerimientos de ventilación natural y artificial, control de los artefactos de gas, iluminación, sistemas de aventanamiento y materiales tóxicos” empleados en algunos equipamientos escolares, recomendaciones acerca de la protección contra accidentes, prevención en situaciones de emergencia e incendio, pararrayos, planes de evacuación, deben reconocerse como pautas de cumplimiento obligatorio, y que por lo tanto el comportamiento sistemático y ordenado raras veces desemboca en consecuencias trágicas.

En síntesis:

Los accidentes núnca son accidentales. Es importante trabajar por la seguridad de nuestra escuela y por consiguiente, por la salud de sus integrantes. Fuente: https://www.educar.org/articulos/escuelasegura.asp Sobre los autores: • Marta De Pascua, Susana Alonso, Alicia Santiago e Irma Scuderi: Los Profesores de Jardínes de Infantes con Especialización en Programas Educativos: Marta De Pascua, Susana Alonso, Alicia Santiago e Irma Scuderi. ( Buenos Aires)

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