Construcción y validación de instrumentos para evaluar prácticas de convivencia escolar en profesionales y padres

El material que compartimos como recurso didáctico fue elaborado por la Facultad de Educación de la Universidad de Costa Rica y su propósito es modelar la construcción y validación de instrumentos de evaluación de las prácticas de convivencia escolar. Los altos niveles de violencia reportados en las instituciones escolares han hecho de la convivencia escolar un tema relevante para las escuelas. No obstante, si bien existen algunos instrumentos disponibles que evalúan clima escolar y percepción de la calidad de la convivencia escolar, pocos evalúan prácticas concretas de convivencia escolar orientadas al mejoramiento escolar, y menos aún desde la perspectiva de profesionales y de la familia. En este documento se exponen los resultados del diseño de las propiedades psicométricas de dos instrumentos que evalúan prácticas de convivencia escolar reportadas; el primero, por padres y/o madres, y el segundo, por profesionales (profesores/as, directivos, profesionales de apoyo y asistentes de la educación). Desde comienzos de la década del 2000, varios países latinoamericanos han creado leyes y políticas de convivencia escolar. Estos documentos legales han obligado a constituir organismos profesionales al interior de las escuelas para abordar la violencia y la convivencia, otorgándoles atribuciones y haciéndolos responsables de gestionar la convivencia escolar. En Costa Rica, el Ministerio de Educación Pública (MEP) y los marcos normativos referentes a niñez y adolescencia han impulsado una serie de medidas para combatir el bullying al interior de las escuelas; no obstante, el énfasis se ha puesto en la intervención más que en la prevención. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos normativos, se produce una situación paradójica, puesto que, por una parte, los países han avanzado en la creación y dictamen de leyes y políticas en materia de convivencia escolar, que exigen a las escuelas mejorar la convivencia escolar. Sin embargo, se recoge la percepción de que existen pocos lineamientos y conocimientos acerca de cómo realizarlo. Al respecto, la literatura internacional muestra que para mejorar la convivencia escolar es necesario poner énfasis en elementos organizacionales y de gestión, puesto que lo que se requiere es cambiar aquellas prácticas que tienden a ver los problemas de convivencia como problemas individuales y no como problemas organizacionales. Por ejemplo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la literatura sobre prácticas escolares basadas en evidencia muestran que, para prevenir la violencia y mejorar la convivencia escolar, es necesario diseñar e implementar intervenciones a nivel de escuela total, con tres niveles de intervención. El primer nivel correspondería a acciones de promoción o prevención primaria, indicadas para la totalidad de los y las estudiantes, pues buscan mejorar las condiciones pedagógicas del alumnado. El segundo nivel correspondería a acciones de prevención secundaria, y es indicado para un porcentaje menor de estudiantes que requieren apoyos específicos, los que se suelen ofrecer de manera grupal bajo la modalidad de talleres. Finalmente, el tercer nivel correspondería a acciones de prevención terciaria o intervención individual, y está indicado para un número aún menor de estudiantes quienes, habiendo pasado por los niveles 1 y 2, requieren más apoyo específico. Fuente: López, Verónica - Valdés Morales, René. (2018) Revista Actualidades Investigativas en Educación. Volumen 18, Número 3 (septiembre- diciembre) Universidad de Costa Rica. Costa Rica. Recuperado de https://revistas.ucr.ac.cr/