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Juegos de matemática para alumnos en segundo ciclo de educación básica

4 Octubre, 2018

El recurso didáctico que compartimos corresponde a un material para los docentes elaborado por el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología de Argentina cuyo propósito es ofrecer herramientas para implementar el juego como recurso para aprender en el segundo ciclo de la educación general básica de ese país. La premisa que los inspira es los estudiantes “hagan matemática” en el aula, es decir, que el docente proponga situaciones que impliquen que sean los mismos alumnos/as quienes elaboren estrategias matemáticas propias, utilicen las representaciones que consideren adecuadas, discutan con sus pares, expliquen sus ideas, den razones de sus procedimientos y resultados, confronten sus producciones con las de otros, acepten críticas y otros puntos de vista. Para generar actividades de este tipo, la formulación de problemas es un recurso didáctico privilegiado de enseñanza y los juegos un contexto para el planteo de problemas. El clima de aula deberá ser de respeto de las ideas ajenas, de estímulo a la participación activa y de consideración de los errores como parte integrante del aprendizaje. En este marco, los materiales de trabajo son un soporte de las situaciones de enseñanza planificadas y no un instrumento de enseñanza en sí mismos. Cuando se dice que los niños aprenden jugando, es pensando en el juego a disposición del aprendizaje y no en la mera acción lúdica. El juego forma parte de las actividades planificadas para el aula, dentro de una secuencia de enseñanza y, en este sentido, no es un entretenimiento sino una herramienta efectiva y útil para aprender determinados contenidos. Hablamos aquí de secuencia con relación a la enseñanza de un tema determinado, es decir la secuenciación de actividades que apuntan a la enseñanza de un contenido específico. Una secuencia, por tanto, suele abarcar varias situaciones (o actividades) y cierto número de clases. Los juegos poseen la ventaja de interesar a los alumnos, por lo que en el momento de jugar, se independizan relativamente de la intencionalidad del docente y pueden desarrollar la actividad, cada uno a partir de sus conocimientos. Pero la utilización del juego en el aula debe estar dirigida a su uso como herramienta didáctica, teniendo claro que jugar no es suficiente para aprender. Justamente, la intencionalidad del docente diferencia el uso didáctico del juego de su uso social. Cuando juega, el propósito del estudiante es ganar, tanto dentro como fuera de la escuela. El del docente, en cambio, es que aprenda algún conocimiento.  Según el propósito que se proponga, el docente elegirá el material y/o lo adaptará en función del contenido a enseñar. Luego es necesario que el docente organice el grupo y vaya conduciendo la clase en etapas sucesivas con relación a cada juego. Fuente.

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