En el marco de la celebración del Día Internacional de la Felicidad, Activa Research, en sociedad con WIN (Worldwide Independent Network of Market Research), dieron a conocer el miércoles 20 de marzo un estudio realizado en 40 países, incluido Chile, sobre los niveles de felicidad que existen en cada país. Este estudio tiene por objetivo monitorear la evolución de los niveles de felicidad de las personas y comprender los factores que explican sus diferencias.
Un total de 30.890 personas fueron encuestadas globalmente en 40 países. El levantamiento de la información se realizó entre Octubre de 2018 y Enero de 2019. Además, en el estudio se sostiene que el 52% de los entrevistados alrededor del mundo dicen ser felices, por debajo del 57% observado en 2016. Entre los resultados destaca que Filipinas es el país con mayor nivel de felicidad declarada por sus habitantes (78%), mientras que Palestina registra el nivel más bajo en el ranking mundial de este indicador (24%).
Éxito económico, familia y salud son algunas de las múltiples variables para experimentar felicidad. Pero existe un factor relevante y no depende sólo de la persona o su voluntad: el nivel de educación. El estudio indica que la educación juega un rol crítico en el estado de felicidad declarado: aquellas personas que no tuvieron acceso a educación o no finalizaron su enseñanza básica, muestran muy bajos niveles de felicidad.
¿Cuánto influye la educación en tu felicidad?
Estudio indica que la educación juega un rol crítico en el estado de felicidad declarado: aquellas personas que no tuvieron acceso a educación o no finalizaron sus enseñanza básica, muestran muy bajos niveles de felicidad.
Éxito económico. Familia. Salud. Las variables para experimentar felicidad pueden ser variadas. Pero existe un factor relevante y no depende sólo de la persona o su voluntad: el nivel de educación.
Un vínculo que en Chile presenta cifras que indican que a mayor nivel de educación, mayor también es la felicidad que se declara. Quienes no tienen educación o solo tienen educación básica, reportan un 42% de felicidad, mientras que aquellos con los niveles de educación más altos, declaran un 79%.
Los resultados se desprenden de un estudio realizado por Activa Research, en sociedad con WIN (Worldwide Independent Networkof Market Research), que aborda los niveles de felicidad mediante 30.890 entrevistas en 40 países, incluido Chile, el que se dio a conocer el miércoles 20 de marzo con motivo del Día Internacional de la Felicidad.
En términos generales, el 63% de la población en Chile se declara muy feliz. Porcentaje que se presenta como levemente mayor en la población femenina (60%), que en la masculina (56%).
Y en cuanto a edad, según indica el estudio, las personas entre 40 y 49 años se declararon más felices (69%). Luego viene el grupo entre 30 a 39 años (62%), el de 18 a 29 años (54%) y el de 50 años y más (52%).
Llama fuertemente la atención el menor nivel de felicidad de los jóvenes chilenos, indica Catalina Carreño, Gerente de Marketing Insight de Activa Research. Si se analiza ese segmento a nivel mundial, explica, si bien históricamente era el grupo más feliz, se observa una caída en el indicador en esta última medición. “Por lo tanto es un hallazgo que llama a poner énfasis en lo que está pasando con los más jóvenes". Así, nos encontramos con que los adultos entre 30 y 49 de declaran más felices y este diagnóstico se observa en Chile y el resto de los países del estudio.
Factor educación
La conclusión del importante vínculo entre educación y felicidad se llega en todos los países, dice Carrero. Se trata de un diagnostico transversal. “La educación juega un rol crítico en el estado de felicidad declarado: aquellas personas que no tuvieron acceso a educación o no finalizaron sus enseñanza básica, muestran muy bajos niveles de felicidad. Lo interesante es que el lograr finalizar la enseñanza media ya permite observar una recuperación importante en el indicador”, sostiene.
Los resultados muestran que la declaración de felicidad en quienes cuentan con educación de post grado es de 79%. Porcentaje que desciende según baja el nivel de educación. Así, con educación superior completa se declaran felices el 61%, con educación media completa alcanza el 60% y con educación básica completa esa cifra llega a 42%.
Esa relación es un área que estudia incluso la economía. Hace años que el economista estadounidense Richard Easterlin, plantea la relevancia que tiene el factor educación. El experto de la Universidad de Pensilvania, analizó más de 30 estudios realizados en 90 países entre 1946 y 1970, sobre felicidad, y encontró que el crecimiento económico no conduce a una mayor felicidad.
Easterlin descubrió que la educación mejoraba: aquellos con más educación tendían a tener ingresos más altos. Pero a medida que los ingresos de una persona aumentaban con el tiempo, su felicidad no. Sin embargo, sí el aumento de la felicidad comenzaba temprano en la vida para aquellos con más educación y persistió a lo largo de sus vidas. El estereotipo de “tonto y feliz”, plantea en sus trabajos Easterlin, no sería efectivo. Más bien, las personas con más educación eran más felices que las que tenían menos.
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