Descubre una variedad de recursos y estrategias para promover la inclusión y comprensión del Trastorno del Espectro Autista en el ámbito escolar. Desde capacitaciones especializadas hasta materiales prácticos y respuestas a las dudas más frecuentes, nuestra plataforma está diseñada para apoyar a docentes y equipos educativos en la creación de entornos inclusivos y respetuosos que potencien el aprendizaje y el bienestar de los estudiantes con TEA.
El autismo es un trastorno del neurodesarrollo y para trabajar con los estudiantes que lo presentan, es necesario comprenderlo y contar con herramientas metodológicas específicas.
Diseña planificaciones que incorporen las pautas y puntos de verificación del Diseño Universal para el aprendizaje y haz que tus clases sean diversificadas e inclusivas.
Adquiere estrategias para aplicar una evaluación accesible, diversificada y formativa que responda al enfoque inclusivo y facilite los procesos de aprendizaje de todos los estudiantes presentes en la sala de clases.
Diseña adecuaciones de acceso y de objetivos de aprendizaje para llegar a los y las estudiantes que se ven enfrentados a mayores barreras en su aprendizajes.
Adquiere herramientas metodológicas para apoyar a tus estudiantes con TEA en los contextos educativos.
Implementa apoyo para niños y niñas con autismo en la primera infancia, a través de modelos de intervención concretos.
Diseña situaciones de enseñanza con estrategias basadas en evidencia, según las neurociencias aplicados a la educación.
Adquiere estrategias para apoyar a tus estudiantes con TEA cuando presentan desregulaciones emocionales y conductuales.
Amplía tus conocimientos sobre los principios del Diseño Universal para el Aprendizaje (DUA) y da más respuestas a la diversidad.
Practica el trabajo colaborativo en tu comunidad educativa, con tus colegas y directivos, siendo consciente de los aspectos que lo facilitan u obstaculizan, para potenciar el Desarrollo Profesional y avanzar hacia Comunidades de Aprendizaje Profesional.
Una adecuada gestión de las emociones aumenta el bienestar de los estudiantes y contribuye a reducir los conflictos escolares. Conoce estrategias que te permitirán fortalecer la gestión emocional en tus estudiantes desde la perspectiva de la neurociencia.
Comprende el funcionamiento cerebral y las estructuras implicadas en el proceso de la motivación para optimizar el aprendizaje.
Las funciones ejecutivas son un grupo de capacidades que permiten ajustar, manejar y lograr objetivos o metas, cumpliendo un rol fundamental en el funcionamiento cognitivo, aquí aprenderás cómo potenciarlas en tus estudiantes.
Los pictogramas son imágenes que representan conceptos y ayudan a las personas con autismo a comunicarse y comprender mejor su entorno. Estas representaciones visuales y concretas permiten expresar necesidades, emociones y deseos de manera efectiva. Al utilizar pictogramas, las personas pueden comunicarse más fácilmente y sentirse más comprendidas. Son herramientas valiosas que favorecen la comunicación y la comprensión del entorno para quienes están en el espectro autista.
El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que implica desafíos en la comunicación, la interacción social y la flexibilidad de comportamientos. Cada persona con TEA es única, con fortalezas y dificultades particulares. El término “espectro” refleja la diversidad en sus manifestaciones, ya que las características compartidas varían en intensidad entre individuos. En educación, es clave reconocer estas diferencias y brindar apoyos adecuados para lograr una inclusión efectiva.
Las personas con Trastorno del Espectro Autista (TEA) presentan características variadas, como:
1. Dificultades en la comunicación e interacción social, afectando su capacidad de relacionarse en distintos contextos
2. Retos en la flexibilidad de rutinas, con tendencia a resistir cambios.
3. Dificultad para identificar señales sociales, lo que puede generar malentendidos.
Es esencial comprender y apoyar estas características en el entorno educativo para promover una inclusión efectiva.
No existen niveles de “más” o “menos” autismo. Según el DSM-V, el TEA se clasifica en tres niveles según la necesidad de apoyo en la vida diaria:
– Requiere apoyo.
– Requiere apoyo notable.
– Requiere apoyo muy notable.
Estos niveles indican la cantidad y tipo de ayuda que cada persona necesita para desenvolverse en distintos contextos, adaptándose a sus desafíos particulares.
Referencia: American Psychological Association [APA]. (2014). Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5)
Según el DSM-V-TR, los criterios diagnósticos del Trastorno del Espectro Autista (TEA) son:
– Criterio A: Dificultades persistentes en la comunicación e interacción social en diversos contextos.
– Criterio B: Comportamientos, actividades e intereses repetitivos y profundos.
– Criterio C: Los síntomas deben estar presentes desde las primeras etapas del desarrollo, aunque pueden no ser evidentes hasta que las demandas sociales superan las capacidades.
– Criterio D: Los síntomas causan un deterioro significativo en lo social, laboral u otras áreas importantes.
– Criterio E: Las dificultades no se explican mejor por discapacidad intelectual o retraso global del desarrollo.
Referencias: American Psychological Association [APA]. (2014). Manual de diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5).
En el DSM-IV, condiciones como el Asperger se consideraban diagnósticos individuales. Sin embargo, en el DSM-V se integraron bajo el Trastorno del Espectro Autista (TEA).
El concepto de “espectro” refleja la variabilidad en la presentación de las características del TEA entre personas. Así, lo que antes se conocía como Asperger ahora forma parte del espectro, cumpliendo los mismos criterios diagnósticos, pero con manifestaciones específicas que pueden diferir en cada individuo.
El diagnóstico de autismo ha aumentado en los últimos años gracias a mejoras en los métodos de detección y cambios en los manuales diagnósticos. En Chile, la identificación temprana se realiza entre los 3 y 5 años, con más niños que niñas diagnosticados a edad temprana, lo que permite apoyos más oportunos para ellos.
Esta diferencia se atribuye a que el autismo se manifiesta de forma distinta en ambos géneros y a que las técnicas de evaluación han sido diseñadas mayormente para hombres. Además, el “camuflaje”, o la habilidad de ocultar características del autismo, es más común en mujeres, lo que dificulta su diagnóstico temprano.
Referencias: Asunción, M. M., Romero, R. M. M., Andrés, M. I. F., & Cerezuela, G. P. (2018). Influencia del sesgo de género en el diagnóstico de trastorno de espectro autista: una revisión. Escritos de Psicología, 11(1), 42-54.
La Desregulación Emocional y Conductual (DEC) no se debe únicamente al autismo, sino que está influida por factores del entorno que es crucial identificar.
Una vez iniciada, la emoción seguirá su curso hasta finalizar, ya que no se puede “apagar”. Estrategias como ignorar, reprender o alarmarse no son útiles. Durante la DEC, es importante eliminar el desencadenante o asegurar la integridad del niño/a y del cuidador. También puede ser efectivo proponer una actividad alternativa, como pintar, tomar agua, escuchar música o jugar con algo que despierte su interés, para ayudar a redirigir la atención.
Algunas estrategias para generar mayor bienestar en el espacio educativo son:
1. Utilizar apoyos visuales como pictogramas e imágenes para apoyar la comprensión.
2. Promover un ambiente estructurado que anticipe ante situaciones inesperadas y que genere rutinas predecibles.
3. Proporcionar materiales que le permitan regularse sensorialmente como, por ejemplo, pelotas apretables, cojines de semilla, orejeras o audífonos aislantes de ruido, entre otros.
Para trabajar con estudiantes del espectro autista, es fundamental enfocarse en sus fortalezas. Algunas ideas son:
1. Usar apoyos visuales, aprovechando su estilo de aprendizaje.
2. Establecer rutinas claras, apoyadas por calendarios visuales.
3. Partir desde sus intereses para motivar y desarrollar actividades significativas.
4. Acompañar con reforzadores sociales, usando palabras positivas y alentadoras.
Cada estudiante es único, por lo que es esencial adaptar las estrategias según sus necesidades individuales.
Para crear un aula inclusiva para estudiantes con autismo, es importante:
1. Establecer rutinas y horarios visuales para ofrecer predictibilidad.
2. Usar apoyos visuales, como imágenes y pictogramas, para facilitar el aprendizaje.
3. Proveer un espacio seguro y sin distracciones, donde se sientan tranquilos.
4. Fomentar la comunicación clara y sencilla, utilizando frases breves y lenguaje visual.
Estas estrategias promueven un entorno más accesible y favorecen la participación de todos los estudiantes.
Para promover los 4 modos de convivir que plantea la Política Nacional de Convivencia Escolar en Chile, es fundamental:
Estas acciones son clave para desarrollar una convivencia armónica basada en el respeto, la colaboración y la diversidad.
Fuente: Registro ATE
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